Ridículos – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Columna Ricardo Cipagauta 100

Los que hacemos cada segundo frente al mundo, ante los compatriotas y hasta con los adeptos, no sólo por los comportamientos mezquinos y absurdos, que impulsan el ego a la idolatría, sino por quienes en su entorno no ven más allá de sus narices, no dedican unos segundos a analizar las palabras sin sentido que expresan para enredar y llegando al ocaso de una no muy prolífica vida política o social, sino que con lamparazos o golpes ya se ven las consecuencias de la incoherencia.

Y basta con ver, leer, escuchar y hasta tener que soportar a los de marras, en sus prevenidos, muy elaborados y con cizañas, con lágrimas, con emocionados recuerdos y con mentiras adobadas de pesar, lastimeros y con dotes de tahúr, para justificarse de ser todopoderosos y no ser responsables con las necesidades ciudadanas, pues al fin y al cabo son las que representan trincheras y votos.

No podemos olvidar que son la justificación para constituyentes, perdón para al gratín convertirnos en constituyentes –apelando al pueblo soberano- pero al que nos utilizan para manosear la Constitución, que tantas garantías nos respaldan, pero que no hemos sabido desarrollar; pero si les ruegan -para que sean los enviados-, pues se sacrificarán y de una vez lo harán con su pueblo. ¿Ya?

Tamaños ridículos los que hacemos defendiendo unos colores ya desteñidos, unos equipos de fútbol que se llenan con las ilusiones de sus seguidores, unas posturas que solo le sirven a sus personalismos, unos funcionarios que llegan a cargos -con paracaídas de familiares o- de “chiripas” por descrestar con sellos en el pasaporte o birretes de jefes, circular medios triviales para satisfacerse en redes y los que publican por salir del paso y pasar por las oficinas de sus poderosos jefes o a quienes les dan contratos pero justifican cualquier cosa para seguir facturando por fuera…

Volvamos al eje de éste pregón en el sentido que hay que salir a explicar lo que ya se explicó firmo y aplicó, eso no se da sino en mentes retorcidas que buscan interpretaciones baratas para hacer de las suyas y desconocer la inteligencia de la sociedad, que ha sufrido, todas las consecuencias de más de cincuenta años de sangre, dolor y engaños; y así imponer procederes que mueven hacia la desolación o a la risa, y ésta que es “remedio infalible” pero que se puede torcer hacia pretensiones no medidas, y que buscan –de manera irregular- borrar de un tajo lo que hemos logrado todos.

Y de otras grotescas situaciones y realidades qué decir de con los recursos públicos organizar bazares para firmas, cultos, entregas y las ya consabidas marchas que nos exacerban los ánimos y sacan –de manera estrafalaria- sus susodichas sesiones fotográficas, dándole la espalda al pueblo, para luego ordenar publicarlas en todos los espacios y agotar la paciencia y los recursos del tesoro, o bueno eso es lo que suponemos porque ya se están pasando en acabar con los fondos, que tendrán que demostrar, pues las dudas quedaron en el aire para qué nos van a endeudar y dejarnos pignorados, pues cuando tengan que salir a la carrera no pondrán la cara y mucho menos monedas.

Me imagino, y nos cuentan, de las absurdas intervenciones que se realizan en juntas directivas de gran nivel y que dejan translucir sus chistes flojos, sus engreimientos o soberbias por tener canales directos son los supremos o soberanos pero que no se ven los resultados de verdad, todo al aire.

Desesperanzas sobre lo que plasman en reformas políticas, sociales, agrarias, pensionales, culturales y otros, que debiesen empezar a corregir con sus desactualizadas webs institucionales, pero abundan en seguidores las personales… e incumpliendo con la normatividad de informar, socializar y hasta publicitar sus acciones de gobierno, pero se quedaron en la simpleza y sin pagar.

*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  @ricardocipago

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