Tres políticos boyacenses están por estos días con el lente de los medios de comunicación encima y no precisamente por logros o noticias positivas.
El exsenador Ciro Alejandro Ramírez Cortés prácticamente que acaba de terminar su carrera política con el escándalo en el que resultó metido por el llamado caso ‘Marionetas 2’ y que lo mantiene en la cárcel de La Picota desde el año pasado.
El excongresista del Centro Democrático acaba de comparecer ante la Sala de Instrucción del alto tribunal en la que es investigado por su presunta participación en una red de corrupción vinculada al Departamento de Prosperidad Social (DPS).
Sandra Liliana Ortiz tuvo que salir por la puerta de atrás de la Consejería Presidencial para las Regiones en medio de un escándalo tras ser acusada de desempeñarse como la mensajera para llevarle 3.000 millones de pesos al presidente del senado Iván Name, como un supuesto soborno para abrirle el camino a las reformas del gobierno nacional.
La excongresista oriunda de Paz de Río, acaba de ser citada por la Corte Suprema de Justicia como parte del inicio de las investigaciones por el escándalo de la Unidad de Gestión del Riesgo para el próximo 14 de junio a rendir versión de las acusaciones que le hacen.
Y ahora para completar, el exrepresentante a la Cámara Gustavo Puentes Díaz, desde el sábado pasado permanece tras las rejas en Yopal y ahora tendrá que pagar la condena que le impuso la Corte Suprema a cinco años y siete meses de prisión por el delito de tráfico de influencias de servidor público.
En febrero de este año la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia confirmó la condena contra del excongresista oriundo de Sogamoso.
Desde octubre del 2021 la Corte Suprema de Justicia halló culpable a Puentes Díaz de usar su cargo de congresista entre el 2008 y el 2010 para influir indebidamente ante dos directivos de la entonces Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), con el propósito de que designaran como depositarios de un bien incautado a dos particulares amigos y colaboradores políticos suyos.