El teniente coronel fallecido en el siniestro del helicóptero era natural de Duitama y el mayor que también perdió la vida, pertenecía a una familia que lleva varios años radicada en Sogamoso.
Los dos oficiales del Ejército Nacional que fallecieron este lunes en el accidente del helicóptero MI-17 de las Fuerzas Militares, ocurrido en el sur de Bolívar, tenían nexos familiares con el departamento de Boyacá.
El teniente coronel Jesús David Carvajal Rangel había nacido el 22 de diciembre de 1981 en la ciudad de Duitama, donde cursó sus estudios de primaria y bachillerato.
Ingresó a la Escuela Militar el 15 de enero del 2000 y ascendió a subteniente en diciembre del 2002. Pertenecía al Arma de Aviación, piloto de ala rotatoria, profesional en Ciencias Militares.
Actualmente se desempeñaba como piloto al mando del helicóptero MI-17.
Llevaba 23 años de servicio y se le habían otorgado 15 distintivos, entre los que se destaca Lancero, piloto al mando MI-17, así como varias condecoraciones.
El mayor Edward Andrey Espinosa Rodríguez había nacido el 8 de noviembre de 1984 en el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca), sin embargo, frecuentaba bastante el departamento de Boyacá, ya que su padre, Norberto Espinosa, se radicó hace más de 30 años en la ciudad de Sogamoso, donde realiza actividades de comercio.
Por eso su familia se considera boyacense por adopción, y tanto en Sogamoso como en Aquitania los amigos y allegados a don Norberto lloran la partida de su hijo.
Este oficial del Ejército Nacional ingresó a la Escuela Militar en enero del 2005 y ascendió a subteniente en diciembre del 2007; era del Arma de Aviación, piloto de ala rotatoria, profesional en Ciencias Militares.
Llevaba 18 años de servicio y actualmente se desempeñaba como estandarizador de la flota MI-17. Había recibido 11 distintivos, entre los que se destaca el del Curso de Seguridad Aérea y piloto básico de helicóptero OH-58, así como condecoraciones y reconocimientos como la medalla San Miguel Arcángel y la medalla Campaña Libertadora.