En un verdadero escándalo se convirtió el hecho ocurrido el pasado sábado, donde utilizando explosivos volaron gigantescas piedras que terminaron tapando una piscina natural.
Un reciente suceso ha conmocionado a la comunidad de la vereda Coralina, del municipio de Moniquirá, donde se afectó uno de los lugares emblemáticos de recreación y contacto con la naturaleza conocido como Pozo Azul.
Según conoció Boyacá Sie7e Días, al finalizar la tarde del sábado 24 de febrero, en Pozo Azul, donde la gente solía disfrutar del paseo de río y momentos de esparcimiento, un hombre voló con explosivos unas piedras dentro del río lo que provocó un fuerte estruendo que alteró a los vecinos y dejó afectaciones en el lugar, según lo informó el concejal Jhon Ramírez, quien manifestó su tristeza y preocupación ante lo ocurrido.
“Pues estamos muy tristes, con lo que pasó en Pozo Azul, al parecer le metieron dinamita, dinamitaron las piedras y obviamente lo taparon, es un pozo donde la gente se bañaba y disfrutaba en familia, por eso no se entiende lo ocurrido”, recalcó el cabildante.
Pozo Azul, ubicado a unos diez minutos del casco urbano por la vía Santa Sofía, solía ser un lugar de encuentro y disfrute para quienes vivían en la zona y para los visitantes que se acercaban en busca de tranquilidad y contacto con la naturaleza.
Pero de ese pozo natural y de color azul, solo quedaron las fotos y los recuerdos, porque desde el sábado el lugar quedó tapado con grandes pedazos de piedra que se convierte incluso en un peligro para quienes quieran bañarse allí, pues pueden accidentar a alguien.
La policía alertada por la comunidad llegó al lugar donde encontraron cordón detonante y un material explosivo que al parecer seria pólvora y a un ciudadano quien aceptó que esos materiales le pertenecían.
Aunque las primeras versiones apuntaban a que este sería un acto vandálico con la intensión de dañar el atractivo turístico, al pasar las horas y según lo informado por las autoridades, al parecer, un grupo de ciudadanos intentaba realizar mejoras en el pozo, pero el uso inadecuado de los explosivos terminó acabando con el atractivo.
Según el capturado tomó la iniciativa de arreglar el sitio turístico destruyendo algunas rocas, para evitar accidentes ya que días antes su hermano sufrió un percance en el sector y quería que otras personas no enfrentaran el mismo inconveniente, por eso se entregó a las autoridades ya que al parecer su intención no era afectar el lugar, sin embargo, ahora tendrá que responder por el porte de elementos explosivos y por el daño ambiental.
Aunque se evidencia cantidad de roca en el lugar del pozo que tendría más de un metro de profundidad, no afecto el afluente hídrico que continua su cauce normal.
La comunidad espera que las autoridades locales y la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) tomen cartas en el asunto y emprendan acciones para recuperar y proteger Pozo Azul, ya que este incidente no solo afecta a quienes viven en la zona, sino que también representa una pérdida para todos aquellos que valoran la belleza natural, el turismo y la importancia de conservar los recursos ambientales.