Desde campaña, José Luis Bohórquez había anunciado que de llegar al primer cargo de la ciudad de Duitama, prohibiría el uso de la pólvora, y lo cumplió. Desde el fin del año pasado puso una vallas con el mensaje de: “La pólvora agrede la vida, desde el 1 de enero vamos a favor de la vida y en contra de la pólvora”
Y ayer a través de un decreto anunció las prohibiciones al almacenamiento, transporte, comercialización y manipulación de elementos pirotécnicos, con motivo de las festividades patronales del Divino Niño. Claro que lo hizo momentáneamente porque prohíbe hasta la fabricación de juegos pirotécnicos entre el 3 y el 8 de enero.
Sin embargo, al parecer tendrá que revisar muy bien su decreto, porque, aunque sea el alcalde no puede estar por encima de la Ley, y en Colombia la fabricación, comercialización, almacenamiento y uso de la pólvora no está prohibida, siempre y cuando se haga de manera legal y con las medidas de seguridad.
Así es. El decreto 017 del 3 de enero le quedó un poco confuso y deja la sensación de que por ser el alcalde puede prohibir todo lo relacionado con el uso de juegos pirotécnicos, sin tener en cuenta que hay empresas que lo hacen de manera legal y que cumplen con la normatividad que rige este oficio para fabricar, almacenar, comercializar y transportar pólvora.
Lo mejor va a ser que sus asesores le echen una miradita a Ley 670, que además no es nueva, sino que fue promulgada desde el 2001, y luego hagan la corrección al decreto, no sea que a alguien que esté amparado por la ley se le ocurra demandar al municipio por afectaciones, por daños y perjuicios y después lo hagan ver luces. Señor alcalde muy loable su intención, pero en ninguna parte del estado colombiano, un decreto puede estar por encima de la Ley.
Lo que puede es irse de frente contra la venta de pólvora de manera clandestina o artesanal, ratificar en la prohibición de su uso para menores de edad, e incluso restrigir la venta de algunos de estos productos, pero lo que no puede es prohibir algo que legalmente se puede hacer, tanto así que muchos de sus homólogos en diferentes municipios de Boyacá hasta compran la pólvora para las vísperas y fiestas patronales y eso es legal.
¡Pilas señor alcalde, pilas, ojo que no lo vayan a hacer ver luces!