Muy pocos entienden qué es lo que pasó, pero ayer renunciaron el presidente del concejo de Duitama José Julián Chía, y la vicepresidenta, Doris Yolanda Castillo de Piza, apenas a 12 días de terminar su periodo de cuatro años como concejales.
¿Qué pasó?, ¿se agarraron entre ellos?, ¿pelearon con el alcalde?, ¿les ofrecieron el superpuesto para el 2024? La respuesta a todos estos interrogantes es No, no fue nada de eso.
Aún no se sabe realmente qué es lo que ocurre, pero para mañana 21 de diciembre se citó a sesión extraordinaria y además, sin haber adelantado el respectivo proceso ante la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral, les van a dar una palomita de ocho días a los que seguían en la lista, es decir a Jhon Suárez y Serafín en los escaños que dejan los cabildantes titulares.
Pues, los únicos que saben el motivo de su renuncia, son los mismos cabildantes que presentaron la carta; claro que no faltará el malpensado, que vendrá a intrigar argumentando que lo que realmente ocurrió es que familiares de los dos concejales que renunciaron ayer, le pidieron al Niño Dios y o Papá Noel de regalito de Navidad, uno de los 25 cargos de provisionalidad que a última hora creó el alcalde David Ortega con la ayuda especialmente de los dos concejales que se van.
Cómo serán de malpensados que hasta se atreven a asegurar que fijo la concejal se va a sacrificar por un nieto y que el sacrificio del concejal será por la mamá. ¡Esperemos a ver qué pasa!