Alfonso Avellaneda, el delegado del presidente Petro ante el consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá, Corpoboyacá, le llevó al director de Corpoboyacá, Herman Amaya una botella de agua contaminada, muy contaminada.
Dijo el consejero que la había tomado en el sector de Vado Castro, entre Sogamoso y Tópaga y que demuestra la falta de trabajo por parte de Corpoboyacá, la falta de autoridad ambiental.
Y añadió que el director Herman Amaya sale por la puerta de atrás porque el consejo Directivo no le aprobó ni siquiera el informe del director y expresan la crisis de una institución.
Pues el director le respondió asegurándole que es muy fácil tirar la piedra y esconder la mano, que lo mínimo que debería hacer el delegado del presidente de la República, es entender las normas y las leyes. “Es que él le endilga a Corpoboyacá, una función que no es de la Corporación pues esta no tiene la función de descontaminar las fuentes hídricas, sino que esa es una función de los municipios”, recalcó Amaya y dijo además que el señor delegado más bien debería era ayudar a los alcaldes para que el gobierno nacional les ayude a estos municipios a construir sus plantas de tratamiento.