La Selección Colombia regresa al lugar de los hechos. En Quito, en la ‘Casa Blanca’, como le dicen al estadio del equipo Liga Deportiva Universitaria, hace tres años cayó vapuleada en el que fue el fin de Carlos Queiroz como su técnico.
Aún está pintada la silueta del equipo tirado e inerte, y están señalados los tiros de la goleada 6-1 que le propinó Ecuador. ¿Fue un motín contra Queiroz? ¿Fue una pugna entre algunos jugadores?
Casi tres años después, Colombia vuelve a la escena de ese ‘crimen’ futbolero, y el optimismo que la rodea es moderado, independiente a esa tragedia, o de si James juega o no por una aparente fatiga muscular o de la altura de Quito.
Luego de la expulsión de Camilo Vargas en contra Uruguay, todo está servido para que Álvaro Montero sea el encargado de cuidar el arco en la jornada de este martes.
En la defensa Dávinson Sánchez y Carlos Cuesta se mantienen como las principales opciones de la tricolor para la zaga central. Las bandas generan más dudas en la alineación. Mientras por la derecha, ante la ausencia del lesionado Santiago Arias, Juan David Mosquera sería el elegido para estar entre los inicialistas, la elección entre Frank Fabra y Déiver Macado, en la izquierda, está más cerrada.
En la mitad del campo no será raro que Wílmar Barrios y Mateus Uribe estén desde el pitazo inicial, pero es incierto si James Rodríguez los acompañe, pues el 10 colombiano terminó el duelo contra Uruguay con una sobrecarga muscular. Jorge Carrascal iría en su lugar.
Este sería el once inicial de Colombia vs. Ecuador:
Álvaro Montero,
Juan David Mosquera – Dávinson Sánchez – Carlos Cuesta – Frank Fabra (Déiver Machado),
Wílmar Barrios – Mateus Uribe – Jorge Carrascal,
Jhon Arias – Rafael Santos Borré – Luis Díaz.
De ganar, Ecuador pasará a Colombia en la tabla de posiciones de la eliminatoria del Mundial 2026, a pesar de la resta que tiene de tres puntos por una sanción. Por eso es un partido clave para Colombia, además por lo que representa no perder contra el, quizás, más fuerte de los rivales directos.
En los hinchas y en un grueso sector de la prensa de Colombia existe el imaginario de que la Selección nacional tiene un equipo inmenso que aventaja en calidad, talento y nivel de competencia a los jugadores de Ecuador, y se cree que este es fuerte porque juega en la altura con jugadores locales.
Percepción equivocada y, quizás, chauvinista. Colombia tiene un equipo relativamente liviano –el más liviano desde el de Jorge Luis Pinto en la eliminación de Sudáfrica 2010– y, particularmente, mucho más ligero pues jugará con varios suplentes, y suplentes de suplentes.
La base del potente Ecuador juega en Alemania, Bélgica, Brasil, México e Inglaterra. Y tiene futbolistas en ligas menores europeas como Escocia, Polonia y República Checa. ¡Alerta de error: ojo, no es el Independiente del Valle reforzado como se cree de manera simplista y silvestre!
Colombia tiene jugadores en esas mismas ligas (Inglaterra, México, Brasil, Bélgica y Alemania). Suma de a ficha en Argentina, Francia y Portugal. Y hay de ligas menores como Turquía, Rusia, Estados Unidos y Catar.
Hay una realidad estadística que desvirtúa esa percepción nacionalista de superioridad: en partidos de eliminatorias en Quito, Ecuador ganó 3 veces y Colombia, dos. Hubo dos empates. Y hay otra realidad inmediata: Ecuador jugó el Mundial de Catar… Colombia, no.
Ojo: no es que Ecuador sea el nuevo coco de Suramérica, pero sí es un equipo que mira a los ojos al colombiano, y que en el duelo de estilos tiene jugadores físicos, fuertes, rápidos y buenos cabeceadores, aspectos que pueden desequilibrar los duelos uno contra uno, factor determinante.
Colombia también tiene sus armas, más allá de si James juega o no, como la velocidad y habilidad de Luis Díaz o Jhon Arias, y por algo trae un invicto de 11 juegos: con el técnico Lorenzo no ha perdido, a pesar de varias lagunas defensivas y fallos de definición.
*Con información de EL TIEMPO y El Espectador