Durante dos semanas, Héctor Wilson Casteblanco, el alcalde de Nuevo Colón estuvo en Alemania y no precisamente de paseo.
El mandatario estuvo invitado por la organización internacional Global Engagement con todos los gastos pagos para firmar un memorando de entendimiento entre Nuevo Colón con Frickingen, un municipio alemán, de unos 3.500 habitantes que en su mayoría se dedican al cultivo de frutas, especialmente de manzanas y peras.
Ese fue el motivo por el que el boyacense fue invitado, precisamente por gobernar el municipio denominado la capital frutícola de Colombia.
Castelblanco regresó fascinado luego del viaje en el que entró en contacto con autoridades, empresarios y líderes del proceso frutícola que querían escuchar sobre las características de los cultivos en este municipio boyacense ubicado a 45 minutos de Tunja.
“Tienen un instituto que se dedica exclusivamente al estudio y cultivo de las 300 variedades de manzana que allí se cosecha, pero además en cada una de las granjas tienen máquinas para hacer jugos; allá no consumen gaseosas ni bebidas azucaradas, sino jugo con agua y gas: trituran la pera y la manzana y en unas bolsas empacan el zumo y así lo venden”, dijo el alcalde de Nuevo Colón.
Y añadió el burgomaestre que no desperdician la fruta, hacen hasta aguardiente de manzana, de pera y de ciruela. Las sobras de las fruta las utilizan para alimentar venados.
Pero ahí no termina el hermanamiento, por el contrario, este apenas es el comienzo de algo que puede terminar siendo un muy buen apadrinamiento para la localidad boyacense ya que el año entrante hacia abril o mayo, una comitiva alemana viajará a Nuevo Colón.
De todo, al igual que en esta oportunidad, también se encargará la organización Global, que en este caso lo que hace es reunir a dos municipios de países diferentes pero características similares en torno a un propósito general desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para mirar qué procesos se pueden compartir para mejorar.