
Aún nos quedan unas semanas de contienda política en el país. Ya atravesamos varias etapas de su entramado, pero aún nos falta ver por el camino varios amores, desamores, rompimientos y traiciones. Este espectáculo pronto dejará verse, pero lo verdaderamente importante es que elijamos conscientemente a quienes consideramos tienen la preparación y principios que requiere la gerencia de una empresa como Boyacá o cualquier municipio de nuestra querida tierra.
Los electores no pueden quedarse con lo que dicen las redes sociales, lo bonito que se ve un candidato en Facebook, la foto del beso o abrazo a cuanto cristiano se atraviese, promesas incumplibles o la ¨sacada de los chiros al sol¨ en medio de la contienda por el poder. El asunto va más allá. Lo verdaderamente importante es el contenido, las propuestas, la empatía con los problemas y la capacidad de gestión para solucionarlos. Si nos detenemos a pensar en lo importante que es nuestro Boyacá y por qué dejarlo en las mejores manos, encontraremos:
Unos recursos instalados; riqueza natural, agua en abundancia, gente noble y trabajadora, recursos mineros para la construcción y el soporte energético, paisajes que enamoran, una infraestructura vial que conecta con los llanos orientales y con el centro del país, tierras fértiles, aeropuertos, vía férrea, una oferta educativa profesional de alta calidad.
Un talento humano sobresaliente; destacados deportistas en todas las ramas, profesionales de alto nivel, emprendedores tesos, empresarios ejemplo de liderazgo nacional, productores agropecuarios que no paran ante las adversidades.
Un sector productivo envidiable; empresas líderes en transporte de carga y pasajeros, un sector siderúrgico desarrollado, compañías cementeras de vanguardia tecnológica y productiva, una oferta de la producción agrícola y pecuaria de calidad, una minería técnica y económicamente activa, un sector turístico evolucionado.
Es apenas una mirada positiva y siento mucho que el espacio sea corto para seguir nombrando. La intención es evidenciar dos miradas que nos ocupan por estos días. 1. La del elector y la responsabilidad que tiene de votar bien en favor del futuro de este paraíso en el que vivimos. Y 2. La del ahora candidato o candidata que seguramente será elegido y la responsabilidad que tiene para elevar el nivel del territorio que le corresponderá administrar. Un buen administrador sabrá cómo potencializar estas fortalezas y engranarlas para generar desarrollo y bienestar social.
Estimados lectores, suena trillado, pero el futuro de un territorio realmente está en manos de quienes eligen sus administradores. ¡¡Así que, A VOTAR BIEN!!
TAREA PARA LOS CANDIDATOS. Por favor llenar los espacios libres en la frase: Cuando sea electo, quiero ser recordado como el ____________ que ____________ el futuro de ___________.
Válido para Gobernación y alcaldías.