El cambio climático se cierne como una amenaza urgente para nuestro planeta. La actividad humana, en particular la quema de combustibles fósiles, ha provocado un alarmante aumento en los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera, con graves consecuencias para el medio ambiente y la vida en la Tierra. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcanzaron los 36.300 millones de toneladas de CO2 equivalente en 2023.
Frente a esta urgente amenaza, propongo acciones de alto impacto, a pesar de su escala aparentemente reducida, para abordar el cambio climático:
Transporte sostenible: el transporte es uno de los principales emisores de gases contaminantes, responsables del 31 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en Colombia. Optar por alternativas sostenibles como caminar, utilizar el transporte público o la bicicleta reduce la contaminación del aire y nuestra huella de carbono. En la Región Central, la RAP-E ha implementado 11 rutas de bicirrutas que conectan municipios, promoviendo la bicicleta como opción ecológica y estimulando el turismo de naturaleza en Bogotá, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Meta y Tolima, abarcando más de 827 kilómetros y 26 municipios.
Uso eficiente de la energía: en casa, pequeños cambios como apagar luces, ajustar el termostato y usar bombillas LED reducen nuestro consumo de energía y emisiones de carbono. Evitar compras excesivas de ropa también disminuye el gasto de agua y energía; un par de jeans gasta entre 2.130 y 3.078 litros de agua, mientras que unas zapatillas deportivas pueden requerir 4.400 litros.
Conservación de ecosistemas estratégicos: proteger ecosistemas como los páramos es esencial para mitigar el cambio climático y garantizar la seguridad hídrica. Promover su conectividad y conservación fortalece la resiliencia de nuestras comunidades. Entre 2001 y 2021, Colombia perdió 3.182.876 hectáreas de bosques, 1.858.285 en la Amazonía colombiana, reduciendo la producción de agua.
Energías renovables: impulsar energías renovables como la solar y eólica es fundamental para una transición sostenible. Reemplazar gradualmente los combustibles fósiles reduce las emisiones de gases contaminantes.
Consumo responsable: la producción y transporte de productos generan emisiones de carbono. Elegir productos locales y sostenibles reduce la huella de carbono y apoya la sostenibilidad. Por ejemplo, la producción de queso, carne y café puede generar considerables emisiones. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el cambio climático en Colombia afecta la seguridad alimentaria al alterar los patrones de lluvia y las condiciones agrícolas. En un mundo donde cada cifra representa una historia de cambio climático y cada decisión cuenta, debemos actuar con urgencia. Cada pedalada en una bicirruta, cada bombilla LED encendida y cada elección de productos sostenibles son pasos hacia un futuro más verde. La ventana para revertir el cambio climático se estrecha, pero aún podemos cambiar el rumbo. El cambio climático no espera, y nuestra respuesta no debe esperar más. Actuemos hoy para legar un mundo habitable a las generaciones venideras.