El cambio llegó, pero ¿qué ha cambiado? – Nicolás Palacios #ColumnistaInvitado

¿’El cambio’ o ‘Colombia Potencia de la vida’? Frases con las que este Gobierno llegó al poder. 

Nicolas Palacios Columnista Invitado

El pasado 7 de agosto del 2022 se posesionó como presidente de Colombia un hombre al que se le identificaba como la imagen o la cabeza visible del progresismo en el país, llegó como esperanza para la mayoría de las personas que salieron el 19 de junio de ese mismo año a las urnas a elegir el mandatario de los colombianos.

Este Gobierno de turno ya cumplió una cuarta parte de su periodo de mandato, en lo que en mi opinión como joven y estudiante de Derecho, no se ha visto reflejado un cambio positivo para la democracia y las instituciones de nuestro país, más bien, hemos visto un Gobierno desenlazado con la gente y sus necesidades. Tenemos hoy en día unos ministros que están perdidos en sus distintos oficios frente de los cuales lideran; un Gobierno que dice representar el cambio no puede hacerlo a través de personas que no están preparadas para ejercer dicho honor, por el contrario, los ministerios requieren gente técnica, pero también que conozcan y entiendan las necesidades y las virtudes que tienen los 32 departamentos, para poder enfrentar diversas situaciones y poder sacar provecho a los beneficios que tiene nuestra tierra. 

El país sabe que llegó una persona con ideas distintas a las del Gobierno de Iván Duque, pero en campaña prometió austeridad como el cambio y hoy tenemos entre otros un nuevo Ministerio de la Igualdad, el cual creará cinco viceministerios con funciones que habían podido ejecutarse por las diferentes entidades que tiene el Estado, pero muy conveniente para este Gobierno, pues estamos en plena época electoral regional. 

Por no decir más, este Gobierno el cual se supone que va a convertir a Colombia ‘Potencia de la Vida’, según Indepaz, en el 2023 ha habido 55 masacres en distintos municipios del país, al igual que los 98 asesinatos de líderes sociales en lo que va corrido de este año, una ironía total con su tal lema de Gobierno. Lo mismo está pasando con el asesinato a policías a lo largo del territorio: en lo que va corrido de este año, según la revista Semana, van 15 asesinatos a nuestros héroes de la fuerza pública, más de 40 heridos, y la pregunta es, ¿de qué sirve negociar con delincuentes si van a seguir matando y secuestrando? 

Si no son capaces de aceptar unos preacuerdos dentro de un proceso de negociación no podemos esperar nada de estos grupos terroristas, como el Ejército de Liberación Nacional o las disidencias de las Farc, pues son falsos acuerdos como el cese al fuego bilateral con el Eln, que dice a través de sus líderes o cabecillas que seguirá secuestrando porque eso no hace parte del acuerdo, entonces el Gobierno no debe llenar de ilusión al pueblo colombiano que tanto anhela la paz con este tipo de acuerdos sin fundamentos y hacerlo a través de mentiras y hechos que perjudiquen a la población civil como está sucediendo la grave crisis en el departamento del Cauca. No obstante, hay que reconocerle a Gustavo Petro su intención por querer hacer la paz, pero hay que saber cómo hacerla y, sobre todo, el cómo tratar con estos grupos, no arrodillarse de frente a sujetos los cuales solo han generado muerte y caos en nuestro país. 

En Boyacá, desde este Gobierno hemos visto cómo se han izado banderas del Eln en distintas ocasiones y fechas en varias vías de nuestro departamento, cosa que es muy grave, porque si hay algo por lo que se caracterice este departamento es por ser un territorio de paz, pues es la cuna de la libertad en los libros de historia de nuestro país; estas izadas de banderas no representan en lo absoluto la naturaleza o la esencia de lo que es Boyacá y de lo que representa para la historia de Colombia en aras de hablar de la independencia de nuestro país, pues esto es un territorio de paz y no hay nada más agradable que recorrer el departamento con armonía y tranquilidad, disfrutando de sus bellos paisajes y de sus municipios, los cuales están llenos del amor de su gente y ricos en cultura. 

Así mismo, hablando como joven que estudia y trabaja, pero sobre todo que quiere lo mejor para su país, considero que es un error garrafal premiar al delincuente para que deje de robar. ¿Cómo es posible que vayan a pagarle casi un salario mínimo a un delincuente solo para que no robe o extorsione en la calle? A los jóvenes hay que incentivarlos a través de políticas públicas mediante las cuales establezcan un mejor y buen acceso a la educación, al primer empleo y a la tecnología, porque el dinero que no se trabaja honestamente jamás contribuirá al futuro de este país. Para los que roban, asesinan o extorsionan existe el sistema punitivo y carcelario, y el Estado debe hacer cumplir a cabalidad con uno de los fines de la pena que es la resocialización del individuo, no regalándole dinero para que compre armas y se fortalezcan las bandas delincuenciales en el territorio colombiano, eso es fomentar la apología al delito y desmotivar a las personas que madrugan cada día por hacer de este país un lugar mejor. 

Estos últimos meses han sido los más difíciles del Gobierno de Petro, sobre todo por lo que en las últimas semanas Nicolás Petro, hijo del presidente, el cual dio unas fuertes declaraciones las cuales pueden abrir un precedente histórico, pues Gustavo Petro se convertiría en el segundo presidente de Colombia en ser investigado por presuntamente haber financiado su campaña con dineros del narcotráfico, sin embargo, hay que esperar, pero sobre todo que se respete el poder de la rama de judicial  por parte del ejecutivo, veremos… 

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