Guatemala decidió este domingo un cambio de rumbo con la elección del académico Bernardo Arévalo de León como su nuevo presidente para el período 2024-2028 y un nuevo rechazo a la candidatura de la ex primera dama Sandra Torres Casanova, la tercera en fila.

Arévalo de León obtuvo 2,4 millones de votos en total, la cifra más alta en la historia de Guatemala, mientras que Torres acumuló 1,5 millones de papeletas a su favor, en un balotaje que contó con un 55 por ciento de abstencionismo.
El presidente electo, del partido político Movimiento Semilla, expuso que «las urnas se han expresado» y «lo que el pueblo grita es basta ya de tanta corrupción». Guatemala es uno de los países con los que Colombia tiene un Tratado de Libre Comercio desde 2007, cuando fue firmado en Medellín.
Tiene 64 años y es cofundador del Movimiento Semilla. Nació en Montevideo, Uruguay, en 1958, luego de que sus padres, el expresidente guatemalteco Juan José Arévalo y su segunda esposa Margarita de León, fuesen exiliados del país tras el golpe de Estado de 1954.
Arévalo llegó a vivir en Guatemala cuando tenía quince años y estudió en el Liceo de Guatemala. Dejó su país de nuevo para cursar sus estudios de Bachelor of Arts en Sociología en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Luego obtuvo un doctorado en Filosofía y Antropología Social en Países Bajos.
El hoy presidente electo tiene consigo una amplia carrera de diplomática: Entre 1995 y 1996 fue embajador de Guatemala en España, y en 1995 fue viceministro de Relaciones Exteriores del expresidente Ramiro de eón Carpio.
En 2020 lideró la bancada del Movimiento Semilla, del que es cofundador luego de las agitadas protestas que tuvo Guatemala en 2015. Actualmente es diputado en el Congreso por ese partido en el país más poblado de Centroamérica.

Arévalo se dio a conocer como académico gracias a varias publicaciones sobre seguridad, pero eso no le hacía ser favorito en las elecciones del mes pasado. Sin embargo, logró pasar a la segunda vuelta, lo que le permitió hoy ganarle a Santra Torres, exprimera dama del gobierno de Álvaro Colom Caballeros.
Se caracterizó por ser un ‘outsider’ que representó la fatiga de la población contra la corrupción. “Yo no soy mi padre, pero recorro el mismo camino que él construyó, y lo vamos a recorrer juntos como pueblo”, dijo en la Ciudad de Guatemala el 16 de agosto durante su cierre de campaña.