¿Soledad y desencanto? – José Ricardo Bautista Pamplona #ColumnistaInvitado

Inició la cuenta regresiva para que los actuales mandatarios locales y regionales entreguen sus tronos a quienes harán sus relevos.

De la misma manera, los funcionarios que se han venido desempeñando en direcciones, secretarías, gerencias y en cargos de mando empiezan a sacar del cuarto oscuro las cajas de cartón para guardar con celo algunos documentos que los pueda librar, luego de las acostumbradas investigaciones, unas producto de hallazgos justificados y otros, resultado de anónimos radicados en las entidades de control por aquellos que con resentimiento dicen y escriben cuanta cosa se les ocurre como acción revanchista por aquel codiciado cargo o contrato que nunca llegó.

Algunos asumieron estos deberes con acato, madurez, prudencia y conocimiento, lo que los llevó a actuar con mesura, respeto y exactitud, en tanto que otros se deslumbraron hasta cegarse y perdieron el norte en tan solo segundos, porque dejaron acalorar su cabeza, cometiendo toda clase de abusos, incluso con aquellos de jerárquicos conocimientos a quienes desconocieron y no escucharon por la misma euforia ruidosa y arrogante del impetuoso relámpago.

Varios de estos funcionarios saldrán de sus cargos el próximo 30 de diciembre, fecha calendario, pero a decir verdad es mucho antes, por cuanto los electos se conocerán el próximo mes de octubre, instante donde inicia otro reino con anónimos monarcas, otros colores corporativos, cambios de slogan y más ordenadores del gasto que contarán las horas para sentarse en las deterioradas sillas de los despachos públicos.

Atrás quedan las “meloserias” de hipocresía pura, los falsos camaradas, los sumisos y callados colaboradores, las embestidas con gritos autoritarios e impositivos. A la zaga quedan también los nuevos “amiguis” que se juraron amor eterno, pero que desde ya salieron en busca de aventurados espacios, como es lógico, y otras oportunidades laborales, lo que les hará olvidar muy pronto las palabras de fidelidad y lealtad prometidas en espumosos momentos de dominio, ensalzamiento y gloria.

La soledad del poder se siente hasta los huesos en los escenarios públicos y muchos mandatarios ya no tienen ni el 10% de la corte que antes los acompañaban, porque los que fueron hasta ayer sus aduladores están ocupados en las campañas políticas en las que confían, les dé la prolongación de sus cargos en el tiempo.

La frase “Conmigo pa´ las que sea” ya no brilla con el esplendor de hace unos meses porque sus promulgadores, diagnosticados con amnesia, están redactando otros enunciados para endulzar el oído de aquel o aquellos que, suponen, van a gobernar y que según dicen los llevará de su mano hasta el despacho público donde hostigarán otros propósitos de robustecimiento económico.

¿Y Usted quién cree que ganará las elecciones? Esa es la pregunta que pulula hoy por los edificios del estado, en los cafetines alrededor del parque, unos tras la pesquisa del “run run” de cuadra y otros para medir el aceite de la campaña y decidir a quiénes hará las nuevas reverencias.

Varios de los que “no dieron pie con bola” en el desempeño de sus cargos se convertirán en asesores de los futuros mandatarios, en tanto que los aventajados que brillaron con luz propia son el foco de todas las miradas, tanto de los que aspiran a llegar, como de algunas empresas de los sectores público y privado a quienes les caería muy bien la llegada de personas con experiencia, sapiencia y refrendados resultados.

Los que utilizaron los vehículos públicos de alta gama para hacer sus «vueltecillas» personales, como ir al supermercado, llevar los niños al colegio o trasladar a familiares y amigos de un lugar a otro, ya están pensando en bajarse de los cómodos automóviles y ahora se les vé visitando los concesionarios para adquirir el vehículo con el que puedan tal vez, reemplazar el suntuoso medio de movilización que tuvieron durante su efímero momento de supremacía y encanto.

El tono de algunos jefes ya bajó de volumen, en tanto que otros han subido sus decibeles, tal vez porque saben que esos gritos de autoritarismo son ya los últimos cartuchos de la escopeta y de todas maneras tienen que gastarlos o utilizarlos como desahogo por la traición y el desamor que por estos días crece en abundancia sobre el huerto como la mala hierba.

Es muy común que, de las camaraderías del trabajo surjan nuevas empresas, fundaciones, corporaciones, sociedades y algunas Ong´s para ponerlas al servicio del cambio en procura de ganar las engorrosas licitaciones de pliegos, trámites, folios y condiciones calculadas para lo cual, solo el que conoce de sus entrames puede acceder con éxito a ellas y en eso sí que salen diestros algunos de los que manejaron estos temas desde las toldas del estado.

De la misma manera lo hace el común, aquellos que juzgan, critican y miden con racero cruel e indiscriminado todo lo que conciben los empleados del gobierno; comunidades manipuladas por habilidosos estrategas que luego de haber ejercido como líderes visibles de las colectividades, hoy son candidatos a corporaciones, concejos, gobernaciones y alcaldías confeccionando sus discursos con el pellejo de aquel que sació su apetito y del que ya hace rato tomaron distancia por aquello de… “dime con quién andas y te diré quién eres”…

Así es de dinámica la política y así son estas épocas de algarradas donde no se mide compañeros y menos se conoce de gratitud, lealtad y respeto. Un momento de candela pura que convierte todo en cenizas y de donde surgen las nuevas aves que emprenderán el vuelo por las peligrosas alturas.

Los forasteros elegidos no querrán saber nada de sus antecesores y les dará úlcera el solo hecho que alguien, y más uno de esos empleados de planta que ven desfilar a uno y otro por su ventana, los llegue a nombrar siquiera. Ese será merecedor del repudio de las arrogantes roscas y le llevarán siempre en la mala por el solo hecho de haber dicho que el doctor o la doctora “X” lo hacía de esta o de aquella manera.

Las publicaciones: revistas, libros, folletos, grabaciones, documentales, avisos y demás elementos promocionales harán parte de la hoguera en el jugoso asado de los nuevos capos, porque todo será desaparecido o enterrado a metros para que no se muestre ni una sola punta de aquellas divulgaciones en las que se invirtieron cuantiosos recursos del pueblo, pero que por el solo hecho de tener las frases, logos y escudos de sus antecesores, será mirado con desprecio sin haberlos leído, escuchado o visto siquiera; documentos en los que seguramente hay mucho contenido valioso y por el que una vez destruidos, volverán a pagar jugosas cifras de estudios y abstracciones.

 “A rey muerto, rey puesto” reza el adagio popular y así como el astuto camaleón cambia de piel y color, según los matices de la rama que soporta su soterrada corpulencia, así lo hacen también los hasta ayer fieles asistentes que, como Judas, besaron la mejilla de quien prodigó ascenso y bienestar para venderle por unas monedas que de seguro llegarán al fondo su corroída mochila.

De todas maneras y pese a las ingratitudes reveladoras de tan extraño momento y esos quehaceres vividos intensamente, para muchos quedan gratas experiencias de aprendizaje, alegrías imborrables, emociones de benigna adrenalina, usanzas aleccionantes, recuerdos de risueños momentos compartidos, postales de imborrables imágenes alentadoras, logros en favor de la gente, cambios y avances colectivos y uno que otro amigo, quizá el que menos se creía, ese al que nunca invitaron a las francachelas privadas, pero que como suelen hacer los que pagan con guante blanco, están siempre firmes hasta el ocaso del camino.Ojalá no pase con algunos lo del maestro de obra que al final se le cae el palustre y finalicen con decoro todos los programas, honrando la palabra y los indicadores consignados en los planes de desarrollo y por más que afuera ladren los perros, recuerden que como dijo el soñador Quijote a su fiel Sancho, eso es signo de estar avanzando o mejor aún, de culminar con pundonor decoro la encomienda.

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