A propósito de la primera visita al puente de Boyacá de Gustavo Petro como presidente de la República prevista para este lunes 7 de agosto, les recordamos la historia de aquel 4 de febrero de 1992 cuando estuvo con Hugo Chávez Frías en el Altar de la Patria.

Mucho se dice sobre una foto tomada en el emblemático Puente de Boyacá, en la que se puede ver los entonces recién liberado coronel (r) Hugo Rafael Chávez Frías y al entonces representante a la Cámara Gustavo Petro Urrego, pero pocos se han tomado el trabajo de documentar esa imagen histórica y que hoy más que nunca cobra vigencia.
*Por: Harvey Yecid Medina Alfonso,
Boyacá Sie7e días
El lunes 25 de julio de 1994, mientras en el Pantano de Vargas se conmemoraban los 175 años de la batalla en aquel paraje del municipio de Paipa, llegó a Bogotá el coronel (r) Hugo Chávez Frías, tras ser liberado luego de fracasar como autor intelectual del fallido intento de golpe de Estado en Venezuela, durante la madrugada del 4 de febrero de 1992.
Chávez había terminado preso luego del fallido golpe contra el presidente Carlos Andrés Pérez y en marzo de 1994 ya con Rafael Caldera en el poder, a Chávez ‘se le apareció la Virgen’ y fue amnistiado a cambio de renunciar al Ejército.
Aquel día de julio, llegó invitado directamente por el exintegrante del M19, José Cuesta, quien trabajaba como asesor del parlamentario Gustavo Petro Urrego y quien lo convocó para quedarse una semana en Colombia, como efectivamente ocurrió.
“Yo quería ver qué sentían los militares colombianos viendo que un militar, porque era el coronel Chávez del Ejército venezolano, se sentaba junto a un exintegrante de la guerrilla del M19 y que ambos hablaban el mismo lenguaje sobre Bolívar y las posibilidades de la justicia social, porque en ese entonces eran sueños de un par de jóvenes de 34 años yo y de 39 años él”, dijo Gustavo Petro en una entrevista al canal de televisión Telesur por allá en el 2018.
Según él, los conectó en la conversación el M19, la espada, Bolívar y recordó cómo Chávez estaba super curioso por saber cómo había sido el proceso Constituyente. “Yo lo llevé a esas reuniones con Horacio Serpa, Álvaro Gómez y Antonio Navarro Wolf y en eso duramos uno o dos días y luego nos fuimos al Puente de Boyacá, por ahí hay una foto que recuerda eso”, explicó en su momento Gustavo Petro.
Y entregó detalles de lo que hicieron en el monumento histórico ubicado a 15 minutos de la capital del departamento de Boyacá: “Allí hicimos un juramento bolivariano en el que nos comprometíamos a una integración Bolivariana para América Latina y nos comprometimos a que en nuestras vidas vamos a luchar por eso, pero pues, en ese momento obviamente ni él sabía que iba a ser presidente, ni yo, que iba a ser alcalde de Bogotá, pero lo cierto es que se pasó a una segunda fase de la historia de América Latina”, aseguró en aquel entonces el hombre que hace un año se posesionó como presidente de Colombia.
“La decisión de invitar a Chávez a conocer el proyecto que surgió de la Constituyente de 1991 obedece a una coincidencia que teníamos con un hombre que, en ese momento, fue capaz de recoger las banderas del pensamiento de Simón Bolívar” explicó José Cuesta al portal www.pacifista.tv en una nota publicada el 15 de febrero de 2018, en la que se revelaron algunos datos interesantes sobre la visita de Chávez y seis acompañantes, junto a Gustavo Petro al sitio en el que se selló la libertad de Colombia y de otras cuatro naciones, el Puente de Boyacá.
Y continuó el relato: “El futuro presidente de Venezuela llegó al aeropuerto El dorado en clase económica, se hospedó en una pensión de la Juventud Trabajadora de Colombia (JTC), hizo amistad con la cocinera del lugar y tuvo reuniones con los tres copresidentes de la asamblea constituyente: Horacio Serpa, Álvaro Gómez y Antonio Navarro Wolf”.
Además de las reuniones con los Constituyentes, hubo otros dos momentos significativos de la visita -dijo Cuesta- al medio de comunicación: “el primero fue la celebración del cumpleaños 40 de Chávez, que se llevó a cabo en la pensión de la JTC en el barrio La Candelaria y contó con una demostración de la interpretación del cuatro a cargo del propio coronel Chávez. El segundo respondió a la única exigencia que realizó el invitado: visitar el Puente de Boyacá”. Allí, luego de terminar un recorrido guiado a cargo de un policía, Chávez leyó unas palabras y, según el testimonio de Cuesta, los presentes juraron “convertirse en el embrión de una nueva Latinoamérica”. También decidieron tomarse la foto para la posteridad en el imponente Monumento a Simón Bolívar, obra de Ferdinand Von Miller fabricada en Münich Alemania en 1930.