Día sin carro en Tunja – David Sáenz #Columnista7días

Caminar o montar bicicleta durante el día sin carro en la capital boyacense, se dio gracias a la restricción del Día sin carro. La ciudad descansó por un día del caos vehicular y de la contaminación auditiva. Es seguro que muchas personas sintieron un respiro y lograron conectarse con la ciudad de una manera diferente.

No obstante, la ciudad todavía adolece de muchas cosas para que más ciudadanos y ciudadanas se decidan a usar, por ejemplo, la bicicleta como medio de transporte predilecto. Solamente algunos sectores de la ciudad gozan de ciclo rutas. Ojalá que los futuros gobernantes de la ciudad le den prioridad a proyectos de infraestructura que posibiliten el uso de este transporte sostenible.

Por otra parte, se hace necesario que culturalmente se acoja a los bici-usuarios y que se comprenda que ellos también son actores viales. El día de ayer fui de Unicentro al Centro Histórico en bicicleta. Pese a que el tráfico era suave, los conductores de taxi y de bus, me adelantaron sin tener en cuenta el mínimo que exige la ley para sobrepasar a un ciclista: 1.50cm.

Además de ello, subiendo por la famosa carrera novena, se hace necesario que se construya una ciclo-ruta, dado que, los conductores se impacientan y adelantan a los bici-usuarios haciendo maniobras peligrosas para la vida de quienes se transportan en el vehículo de dos ruedas.

Ojalá que la jornada del Día sin carro en Tunja haya servido para hacer una evaluación en donde se tengan en cuenta puntos de mejora para la movilidad en la capital boyacense. Se espera que la jornada no sea solamente una excusa para hacerle comparendos a los incautos conductores que se arriesgaron a salir con sus vehículos.