Un caso muy particular se presenta en el municipio de Pachavita, donde el alcalde Fernando Roa citó a sesiones extraordinarias al concejo municipal, para tramitar dos proyectos: uno de malla vial que le ‘hundieron’ y el otro para aumento salarial estipulado por la Función Pública, en el que lo dejaron por fuera.
Así es. Resulta que el mandatario de esta localidad ubicada en la provincia de Neira, tiene a cinco de los siete concejales en contra y lo que hicieron fue eliminarlo del acuerdo municipal que tramitaron en la sesión de este martes, la última que tenían en el marco de las extraordinarias.
Pero no solo el burgomaestre resultó damnificado, sino también el personero, y hasta los funcionarios del municipio que ganan menos de dos salarios mínimos, a los que la ley les autoriza un subsidio de alimento de cerca de 80 mil pesos, que también les negaron en el cabildo municipal.
Pues los cabildantes se acaban de meter en un lío, porque, aunque el alcalde no los denunciara, tendrán que enfrentar una investigación de oficio en la Procuraduría por prevaricato, ya que omitieron sus funciones y además en una sesión que es considerada como de trámite ya que es para ajustar un decreto del orden nacional, en el que ellos no pueden intervenir o hacer algo diferente a adelantarlo como lo ordena la ley.
Ah y también podrían enfrentar una investigación por extralimitación de funciones ya que hasta violaron el mínimo vital al negar el subsidio que tienen autorizados cerca de ocho funcionarios del municipio, que ganan menos de dos salarios mínimos.
Se metieron en líos y no consiguieron nada diferente a postergar, a hacerles un ahorrito al alcalde y el personero, porque igual les seguirá llegando su sueldo mensual, mientras llegan las sesiones ordinarias de agosto y el reajuste se lo tendrán que pagar como retroactivo con una tutela en la que un juez ordene que se les reconozca el derecho.