
El ego y los políticos: una mezcla inseparable. La actividad política implica eso muchas veces: promocionarse, buscar apoyos y mantenerse vigente. El real problema radica entonces en el cómo: ese ego quien lo paga y lo mantiene. En el caso de alcaldes, gobernadores y presidentes y muchos más altos funcionarios públicos, ese ego y vanidades lo hemos venido pagando usted y yo a través de los impuestos que juiciosamente pagamos. Las marcas de Gobierno están en todas partes y muchas veces ni nos damos cuenta. ¿Le suena Sogamoso: tarea de todos? ¿Tunja, la capital que nos une? ¿Duitama, para todos? ¿Chiquinquirá, Gobierno del Sí es posible? No me alcanzaría el espacio de esta columna para enumerar la cantidad de marcas de Gobierno puestas en función de la construcción de imagen política del respectivo alcalde y pagado por todos los ciudadanos con sus impuestos.
Dirá usted, lector, ¿cuál es el lío con esto? Simple y claro: con nuestros impuestos históricamente hemos pagado campañas políticas anticipadas y posicionamiento de marcas políticas que en nada contribuyen a una gestión pública eficiente y transparente. Seguramente usted, caminando su municipio, se encuentra con vallas, pasacalles, pancartas, funcionarios con chalecos y gorras, afiches y demás publicidad donde estas marcas de gobierno y sus respectivos colores hacen su aparición. Si el partido del alcalde electo es verde, amarillo o rojo así queda el color oficial. Y así durante 3 años de Gobierno: logos y marcas que después les sirven para sus aspiraciones políticas futuras. Para la muestra unos ejemplos en Sogamoso:



Es importante aclarar: el mal uso de las marcas de Gobierno ha sido de TODOS los partidos en todo el país. Petro, Rodolfo, Peñalosa y todos los alcaldes y gobernadores de la historia reciente han usado las marcas de Gobierno para glorificar su imagen y posicionar su marca para sus aspiraciones políticas a futuro. ¿Bueno y entonces cómo solucionamos este asunto? Pues bien, los representantes a la Cámara Carolina Giraldo y Cristian Avendaño están impulsando el proyecto de ley 163 de 2022 que busca prohibir el uso de marcas de Gobierno y ahorrarles a los colombianos 2 BILLONES DE PESOS AL AÑO. Al proyecto de ley le faltan dos debates en el Senado para ser ley de la República. Lo que se busca es austeridad y frenarles la vanidad y el ego a los políticos de turno. Cada entidad territorial con su manual de imagen para usar a futuro sea cual sea el gobierno de turno, y que permita ahorrar gastos.
Los municipios y departamentos tienen su escudo y su bandera. Esa debe ser la marca de Gobierno que se utilice y que perdure en el tiempo. Nunca más alcaldes, gobernadores o presidentes cambiando cada 3 años toda la publicidad estatal para posicionar su imagen y logos de campaña y gastándose la plata de los impuestos de la gente en su ego. Esa sí que debería ser la Tarea de Todos: políticos austeros y responsables y que no usen recursos públicos para pavimentar campañas a futuro.
Twitter: @sergiodvargasm