
La libertad de expresión se ha consagrado en el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos, que es universal, y busca protegernos a todos.
Ese proteger es para que haya una real convivencia y como piedra angular de nuestras democracias, para grupos e individuos. Hace 30 años se estableció a fin de promocionar la libertad de opinión, de expresión y que detalla buscar, recibir, difundir y defender información e ideas, a debatir, participar y discutir, pero no a imponer. Es un derecho fundamental, que no se puede manosear, mucho menos servir de trinchera o “revolución”, y así lo tenemos en nuestra Constitución Política en su artículo 20; que debemos cuidar de todo…
Esto no es de privilegios o concesiones; se incluye la libertad a mantener opiniones sin interferencias, con argumentos, contextos y con responsabilidad social, y en ello se buscan alternativas para que podamos fortalecer nuestros entornos y no ser violentos, desencadenando en disturbios, de unos contras los mismos, acompañando las cacareadas reformas pero bien hechas, con respeto a las recomendaciones serias y ponderadas de la Unesco, haciendo eco a la Declaración de Windhoek (Namibia), en esas lejanas tierras, al cierre del seminario de prensa y periodismo, con unos 19 puntos concretos, un anexo con 10 iniciativas, que ya llega a sus 30 años, bodas de perlas.
Se han consolidado las relatorías de la ONU, la OEA y sus hijos directos en cada país y así cumplir la tarea de una sociedad informada en democracia y no solo para el estratégico, indispensable y muy valorado sector de la prensa, medios de comunicación o ejercicio del periodismo, como lo defendió don Guillermo Cano Isaza y sus descendencias. Por ello el premio mundial en su nombre.
Respetuosos de principios fundacionales y que con los años se han consolidado, progresado y expandido por nuestro territorio nacional y siendo ejemplo, ya entronizado, en países hermanos, como hijo de Gabriel García Márquez, hoy hacemos eco a las tareas de la Fundación para la Libertad de Prensa -FLIP-(*), que ha dado a conocer una encuesta nacional y cuyos resultados deben preocuparnos y en positivo buscar que las audiencias comprendan que hay amenazas latentes, advertencias directas y soterradas, acciones lamentables y hasta doble moral o juegos para señalar nuestro oficio u profesión como “culpable” de males que se han degenerado por no tener soluciones, por quienes les corresponden y para ello se han elegido, por hablar y verdades, por tocar fibras, por radicalismos absurdos y hasta por ser defensores de los objetivos de desarrollo sostenible –ODS-, una política pública para el periodismo, el cine, los medios audiovisuales e interactivos y buscar espacios para generaciones que ya llegan con un derecho bien hecho, que deben amparar.
A la fuerza no se han construido las grandes reformas y cambios del mundo, es con reenfocar ese bien supremo de la libertad de expresión, como el motor que impulsa a los demás derechos que denominamos humanos pero que a vedes olvidamos que lo somos, por ambiciones personalistas o figuraciones baratas, no adaptadas a nuestras regiones, por llamados a la sociedad civil –todos- con crisis, inseguridades, ataques, ambiciones desmedidas y no tener ejes articuladores en la profesión.
Nunca soterrados en escritos, entrevistas, notas, columnas o favores que bajo discursos, proclamas, pregones o declaraciones han venido haciendo curso a supuestos rechazos, señalamientos, contrapoderes –que ya lo habíamos advertido y se organizan- para dejar en la picota pública a quienes asumimos y ejercemos la tarea que la sociedad nos encomendó, y por ello refrendamos la ética utilización de esas modernas técnicas de “inteligencia artificial”, pero al servicio de una buena información, comunicación precisas, noticias con alma, con sentimiento, profundidad, voces y con la verdad ante Dios, para que tengamos salud, paz mental y una seguridad social más que modelos ideológicos, seguidores, adeptos, aduladores o “enemigos gratuitos”, una memoria patrimonial.
“La Democracia se mide por el respeto a la libertad de Expresión…”
Frank William La Rue
*(Corresponsal de la FLIP en Boyacá y elegido vicepresidente de su consejo directivo 2023-2025).
Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago