La polémica generada por el proyecto de ley que ajusta la forma de administrar los recursos para mejorar la atención de salud de los colombianos, que pasa de prevenir a curar y no como está hoy para las EPS que le conviene mejor el negocio de curar la enfermedad, porque facturan más ingresos, ha levantado polémica en los medios de comunicación y por parte de los dirigentes que defienden el modelo.

Las EPS hoy deben a los hospitales y clínicas más de 23 billones de pesos –cifra de la Supersalud–, lo que tiene a hospitales y clínicas al borde de la quiebra.
Para conseguir citas con especialistas, medicamentos o exámenes de alto costo, el año pasado los colombianos colocaron más de 110.000 tutelas, dice la Defensoría del Pueblo.
Hoy los ciudadanos están confundidos: de una parte, está el gremio de los aseguradores o EPS, que financiando la pauta publicitaria se apoyan en los medios de comunicación masiva, como la radio, televisión y algunos portales en internet, para que a través de comentarios falaces confundan a los oyentes.
De otra parte, están los partidos políticos en plan de distorsionar la realidad del sistema de la salud y lo hacen para pagar favores, pues hay varios de ellos que han sido financiados en campañas políticas por las EPS. Pregunto al colombiano de a pie, ¿cuántas veces usted, un familiar o amigo han recurrido a solicitar una cita y deben esperar días y meses para que la asignen y otro tiempo para que los atiendan?; igualmente, los mandan a ciudades capitales de departamentos para su atención, acarreando más gastos.
Lo mismo sucede con el paseo de la muerte: si no está autorizado el servicio, recorrerá todos las IPS y hospitales y terminará perdiendo la vida o agravándose más. No importa el régimen si es contributivo o subsidiado, todos recibimos el mismo servicio.
De otra parte, las IPS, que son las prestadoras del servicio, son objeto de una estrategia perversa por parte de las EPS, porque les asignan los precios de los servicios, sean médicos, exámenes y hospitalarios. Las cuentas que pasan a las EPS pueden durar meses y no les cancelan, y algo más criminal, presuntamente deben llevar un porcentaje de la factura en efectivo para que les expidan el cheque o autoricen el giro. Todo el sistema es una cloaca y lo digo yo que tengo medicina prepagada y en este preciso instante de escribir este artículo, solicité una cita con el especialista porque estoy con vértigo y me las autorizan para dentro de 15 días. Para finalizar, colombianos, no se dejen engañar por los medios de comunicación, radio y televisión, estos están al servicio de los negociantes de la salud.
Coletilla: Qué pasa por la cabeza del representante Héctor Chaparro, integrante de la Comisión Séptima, donde se radicó el proyecto de ley, y de su mentor Rodrigo Rojas, a quienes no se les ha escuchado comentarios al respecto. La decisión que tomen será un argumento válido a favor o en contra para las próximas elecciones de octubre.