Dicen que la mejor manera de enseñar a los niños, es a través del ejemplo y en este caso sí que se cumple esa teoría.
Desde hace 65 años, los niños siguen los pasos de los Nazarenos que llevan ya 483 años de historia como protagonistas de la Semana Santa en la capital boyacense.
Fue el Domingo de Ramos, de 1958 cuando inició este evento religioso en cabeza de la señora Julita Angulo de Mejía y su familia, amigos y vecinos y desde ese momento, la procesión de los niños deja un legado inmaterial que pasa de padres a hijos.
Al año siguiente (1959), el Superior de la Comunidad Dominica, hoy Parroquia de Santo Domingo, le informó a Julita, que en el Convento tenía dos pasitos pequeños de bulto y de ahí fueron comprándose o donando por parte de diferentes personas y empresas, las andas que hoy cargan los niños en su procesión.
Cientos de niños, en su mayoría de Tunja, pero también algunos que llegan procedentes de otras partes del departamento y el país llegan cada año hasta Tunja con sus padres, para participar de la procesión infantil que se realiza todos los Jueves Santo en el marco de la programación de la Semana Santa.
Miles de espectadores abarrotan las calles céntricas de la ciudad por la que se realiza el recorrido, para presenciar a los pequeños con sus trajes y andas, emulando lo que hacen los adultos, pero aprendiendo de paso el respeto por una tradición que ha caracterizado a Tunja.