En Sogamoso empresa, academia y Gobierno se unieron contra el COVID-19 – Rigoberto Alfonso Pérez #ColumnistaInvitado

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El secreto estuvo en pedir ayuda, en entender que de las crisis no se sale solo, que la solidaridad es un principio que los líderes debemos activar para lograr que todos nos comprometamos para construir bienestar, por eso hablamos con los empresarios del acero para que hicieran lo que nunca habían hecho: camas para clínicas y hospitales con los lineamientos del Ministerio de Salud. Indumil las pintó porque esta pintura debe ser especial por exigencias propias del sistema de salud, y las entregamos en las tres clínicas privadas y el Hospital Regional de Sogamoso.

También industriales con sus máquinas desinfectaban calles y hoy debo reconocerles que en el momento más difícil de la historia de nuestra ciudad no despidieron a ningún trabajador; así mismo les agradezco porque en medio de la pandemia empezamos a arreglar vías que aún hoy seguimos construyendo, nos han donado miles de bultos de cemento y toneladas de acero, así arreglamos el Parque Industrial, el cual también decidimos señalizar, semaforizar y mejorar en su alumbrado público, todo como consecuencia de nuestra alianza.

Además, buscamos a la UPTC, sede Sogamoso, les pedimos que de los 21 docentes con doctorado nos ayudaran con 10, con quienes construimos el plan de reactivación económica con un foro virtual, que trabajamos con la Cámara de Comercio de Sogamoso, todo esto en medio de la pandemia. Con base en este proceso construimos el plan de acción para buscar salir de la crisis generada por la pandemia, hicimos convenios con aporte de recursos para financiar la matrícula de 186 jóvenes y hoy seguimos trabajando: nos ayudan con la revisión excepcional del Plan de Ordenamiento Territorial, también hemos hecho agricultura inteligente y temas de turismo entre otros, ha sido un éxito nuestra alianza.

Pero también hemos hecho trabajo los tres: Alcaldía, empresa y academia. Con la Universidad UPTC creamos el Clúster de la Construcción, que ha recibido apoyo y recursos del Gobierno nacional. Este es un proceso del que también hacen parte 39 empresas y la Cámara de Comercio.

La innovación, otra forma de luchar contra el COVID-19 

En diferentes momentos del proceso de lucha contra el COVID-19, tuvimos que acudir a la innovación como una forma de buscar disciplina de los ciudadanos y de procurar salud mental. Entre otros hicimos:

Quienes eran encontrados en la calle incumpliendo el aislamiento obligatorio, en carpas acondicionadas por la Policía debían hacer planas repitiendo la frase “Debo cumplir la cuarentena y no salir de casa”. Lo hicimos buscando crear conciencia y responsabilidad.

En pandemia quedó un circo atrapado en Sogamoso, hablamos con los propietarios y les propusimos hacer ‘autocirco’. Se acondicionó el espacio y en carro podían ingresar las familias a ver las funciones del circo; para ingresar debían donar alimentos o artículos de aseo. También hicimos, bajo el mismo modelo y con el Ejército Nacional, ‘autocine’.

Creamos la campaña ‘El COVID lo paras Tú’, de educación ciudadana. En redes sociales, en medios de comunicación trabajamos la prevención del COVID, hicimos un sketch teatral que iba por los barrios, en el que un grupo de personas (familiares) iban con un ataúd llorando y gritando… “murió de COVID”. Lo hicimos para crear conciencia ciudadana.

Se adelantaron cinco foros académicos virtuales, en unión con la Cámara de Comercio de Sogamoso, con académicos y expertos en temas de reactivación económica, salud para prevención de enfermedades diferentes al COVID, protocolos de bioseguridad, grandes promesas del deporte y experiencias significativas en educación virtual.

Llevamos recreación a los hogares con ‘Aeróbicos en la vereda’, donde instructores del Instituto para el Fomento de la Recreación y el Deporte hacían estas jornadas dirigidas a grandes y chicos, pero también hacíamos ‘Aeróbicos en balcón y ventana’. En cultura llevamos a veredas, barrios y conjuntos cerrados a profesionales ‘Lectoras’ para leer cuentos a los niños.

Llevamos serenatas por los barrios, al igual que para el personal de salud en clínicas y hospitales, como una forma de agradecer su sacrificio y por la salud mental. Fue muy emocionante y hubo sitios en los que nos recibían ondeando banderas y con lágrimas.

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