Encrucijadas políticas – Carlos David Martínez Ramírez #Columnista7días

Columnistas 7 días Carlos David Martinez

Es común que se ataque al gobierno de turno “devolviendo” las palabras que se usaron en campaña; hoy muchos critican al “gobierno del cambio” por aplicar las prácticas de siempre, pero no generalicemos, digamos específicamente: por hacer nombramientos poco técnicos, ya sea con la finalidad de acomodar las cargas burocráticas, dar cabida a varios partidos para facilitar el trámite de reformas, entre otras razones.

Esta situación puede matizarse afirmando que esa es una práctica que es difícil de cambiar de un momento para otro, en ese escenario, podríamos hacer un acto de fe y suponer que después se harán cambios con una mirada más técnica que politiquera.

De esta manera, la encrucijada esta en que si se quieren cambios se requieren mayorías que difícilmente se pueden lograr sin “engrasar” las “maquinarias”, pero esa práctica en sí misma va en contravía de los cambios que se pretenden.

Pero la oposición también enfrenta encrucijadas sui generis en las formas de comunicarse con sus bases. Burlarse de los “decepcionados” con el gobierno actual es una actitud que polariza sin debates de fondo, además implica perder la oportunidad de organizar y sumar votos en elecciones venideras; en este orden, superar la actitud belicosa para algunos puede representar una condescendencia inmerecida o ir en contravía del discurso fácil del odio y la guerra que ha sido muy frecuente en los últimos años.

Algo acertado que hizo la “derecha”, en mi opinión, aunque no fue suficiente para ganar las elecciones, fue aludir al discurso del cuidado de las libertades individuales; para muchos era claro que la perorata manida del “castro-chavismo” funcionó por mucho tiempo para generar miedo pero perdía efecto para hablarle a una audiencia culta que entiende la importancia de los principios liberales (en un sentido amplio, no desde una perspectiva partidista) y que reconoce el vacío conceptual, la falta de racionalidad, que sí mueve una emoción pero que puede ser pasajera cuando se contrasta la realidad.

Es así como ahora la encrucijada que enfrenta la oposición esta en saber comunicar a una “derecha” que se mueve con gritos, miedo y odio, y, por otra parte, a personas que cultivan su intelecto y que defienden los principios liberales, en términos de libre mercado y libertades individuales, y a personas que se sientan indecisas o inconformes frente al desempeño del gobierno, quienes parecen no estar en su radar o a quienes se les ataca en lugar de intentar integrarlos.

La encrucijada para unos esta en intentar cambios yendo en contravía de sus propios principios para lograrlos integrando diferentes partes, y para otros esta en lograr integración, aunque eso pueda implicar cambiar la estrategia tradicional de odio, el miedo y la guerra, por una actitud pacifista y conciliadora, lo que rara vez se les ha visto.

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