El mundo se conmueve hoy al celebrar una vez más el Día Internacional de la Mujer.

Una fecha que nos hace recordar los hechos de la historia que llevaron a crear está efemérides, pero que más allá de ese legendario momento nos pone de rodillas ante ese ser de luz que que late más que el corazón y le da brío y sentido a la vida.
Hablar de mujer es hablar de ternura, de valentía, de latidos, de fuerza y de bondad, de perdón y resiliencia. Este término traduce refugio, seguridad y entereza, porque así lo ha escrito el cielo en el resplandor de las estrellas.
Hoy cuando los índices de violencia en contra de las mujeres ha alcanzado niveles tan vergonzosos, es momento de hacer un alto en el camino para reflexionar de forma honesta, que nos conduzca a encontrar, quizá esa fórmula mágica con la que podamos de una vez por todas derrotar el machismo bestial que tiene carcomida el alma oscura de individuos malévolos, para quienes la mujer es juguete de placer y zona de recreación.
Qué lejos están estos «terroristas» de la lógica y de la razón y qué distantes andan del entendimiento maternal, aquel que por sí solo debería tener el poder de abrir las mentes para hallar en ellas los recuerdos del vientre cuando habitamos en ese espacio angelical que nos pródigo tanto amor y dulzura.
Necesitamos con urgencia volver a la oración, al temor a lo Divino y a esos momentos dorados que atesoraron los días de otrora cuando quizá lo normal y rutinario eran los valores que hoy agonizan, justificados tras un manto oscuro de modernidad y «avance» que ha demolido lo real para meternos en un irracional instante, como la nube negra que se estanca y no nos deja ver el esplendor del sol.
Atentar contra la mujer de cualquier manera, ya sea verbal, sicológica o físicamente, es como arrancar la escencia misma de la existencia, porque toda ella es inspiración de canto y poesía.
Hoy en el día internacional de la mujer levantamos los ojos a las alturas para clamar por esa justicia social que pulula en el discurso y se ausenta de los hechos, y rogamos al Dios interior porque, para ellas, resplandezca el respeto, el amor y la ternura.
Dios te guarde Mujer…
José Ricardo Bautista Pamplona
Director Boyaca Sie7e Días.