El paciente tiene 25 años y afirma que ya no soporta más los fuertes dolores que está sufriendo y que le han deteriorado la calidad de vida.
Desde hace tres años Daniel Josué Cruz Vera viene padeciendo una sintomatología no específica que ha comprometido su calidad de vida.
“Desde hace tres años presento dolor en retroocular (detrás del ojo) que migró a holocraneano, a oídos, cuello y columna, siendo un dolor tipo punzante, 10/10 EVA, que compromete mi patrón de sueño, con hiporexia, asociados a vómitos, náuseas, vértigo y marcha inestable (registro en historia clínica de Clínica del Dolor, del 30 de noviembre del 2022)”, explica Daniel Josué.
Según el paciente, el año pasado, además, fue diagnosticado con linfoma anaplásico de células grandes ALK positivo, y que actualmente se encuentra en fase metastásica.
“La progresión de mi enfermedad ha deteriorado significativamente mi calidad de vida, afectando así mi dignidad humana, la cual es el fundamento y la finalidad de todos los derechos fundamentales y los derechos humanos. La evolución de la enfermedad me ha generado un nivel de dependencia total, incluso para actividades básicas del día a día”, afirma Cruz Vera.
Agrega que, a la fecha las posibilidades de mejoría o curación de la enfermedad que padece son prácticamente inexistentes, toda vez que la enfermedad que sufre es grave, incurable y que terminará acabando con su existencia, por eso está solicitando formalmente que le sea practicado el procedimiento de eutanasia.
“Debido al avance de mi enfermedad, he manifestado mi voluntad anticipada de querer ejercer mi derecho a morir dignamente a través de la eutanasia, es decir, a que un profesional de la medicina me presté una ayuda efectiva para poner fin a mi vida. Esta voluntad anticipada fue ratificada el 19 de diciembre de 2022, y protocolizada ante dos testigos, como lo indica la Resolución 2665 de 2018”, dice Daniel Josué Cruz.
El paciente ha presentado derechos de petición ante el Instituto Nacional de Cancerología, la Nueva EPS y la Clínica Cancerológica de Boyacá en solicitud de una muerte digna y reclamando que se le practique la eutanasia.
El Instituto Nacional de Cancerología le respondió que, el doctor Juan Alejandro Ospina Idárraga, médico especialista de la Unidad de Hemato Oncología, manifiesta que el paciente cuenta con una alternativa terapéutica válida, que no ha recibido tratamiento y tiene una enfermedad con una posibilidad de curación cercana al 100 %, basada en seis ciclos de quimioterapia y una posterior de radioterapia sobre la zona afectada, sin embargo, desde el Instituto se insiste en la realización de valoraciones y estudios adicionales para afianzar y confirmar el plan a seguir.
“Se trata de un paciente con una enfermedad que tiene un altísimo potencial de curación con la terapia. Se han solicitado previamente por Hematología estudios adicionales que a la fecha no se encuentran disponibles”, indicó el médico Ospina Idárraga.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, es necesario aclarar que el médico especialista emitió su concepto con la escasa prueba diagnóstica con la que contaba, razón por la que agendó cita para verificar mejor y proceder a dar un concepto mejor, pues con la evidencia actual, el paciente se muestra con opción terapéutica y, por esa razón no se estima legalmente convocar el comité interdisciplinario para hacer efectivo el derecho a morir con dignidad, acorde con la resolución 971 del 2021 del Ministerio de Salud y Protección Social.
Desde la Clínica Cancerológica de Boyacá le contestaron que, en atención a su solicitud para ejercer el derecho a morir con dignidad a través de la eutanasia, le informan que la misma no cumple con los requisitos establecidos en la Resolución 971, principalmente en sus artículos 7, 8 y 9.
“El trámite de verificación de requisitos se concertó en dos sesiones del Comité, donde inicialmente se suspendió con el fin de ampliar y verificar la información consignada en las notas médicas evaluadas, situación que no fue posible ante la negativa de nuevas valoraciones de hematología y psiquiatría, es por lo anterior que el Comité reanuda el trámite de verificación el día 10 de febrero, en segunda sesión y bajo el criterio de duda razonable decide en unanimidad que la solicitud no cumple con los requisitos normativos”, le dijeron en la clínica.
También le indicaron que, si así lo desea, podrá solicitar la conformación de un segundo comité en los términos del Artículo 15 de la Resolución 971 del 2021.
La familia de Daniel Josué afirma que los tratamientos que él ha recibido no le han obrado y que actualmente presenta una herida abierta producto de la enfermedad, la cual ha afectado aún más su calidad de vida.
Los familiares recalcan que Daniel continuará insistiendo en su derecho a una muerte digna ante el calvario que está viviendo por esta enfermedad.