El día 22 de febrero del presente año el gremio taxista cerró las vías de distintos sectores del país, así mismo, no prestó su servicio a los ciudadanos. Esto lo hicieron para exigirle al gobierno que prohíba que haya otros prestadores del servicio. También, para pedir que los combustibles bajen de precio, entre otras peticiones. Los medios de comunicación nacionales y regionales registraron cómo transcurrió el día en las distintas ciudades del país y se evidenció que no contaron con el apoyo ciudadano.
En el día del paro, así como el jueves 23, me he dedicado a preguntarle a distintas personas sobre el apoyo que le otorgan al paro de los taxistas. No me ha sorprendido la respuesta: nadie está a favor de este gremio.
Al preguntar por las razones, la gente hablaba sobre el pésimo servicio que en muchas ocasiones ofrecen los conductores, manejan a altas velocidades, el carro en ocasiones se encuentra en mal estado, llevan música a todo volumen, e intimidan, porque no se les puede pedir que arreglen las situaciones de las que se ha hablado.
Por ejemplo, en mi caso, recuerdo que en diciembre tomé un taxi del centro de Tunja a Unicentro. El conductor venía como a 80 kilómetros por hora, el carro parecía que se desintegraría debido a la alta velocidad. Además, el conductor iba con música a alto volumen y cuando le pedí el favor que bajara la velocidad, me miró por el retrovisor con violencia. Preferí quedarme callado, llegar a mi destino y pagar a regañadientes.
Por otra parte, las mujeres con las que conversé me dijeron que se han sentido cosificadas por los prestadores de este servicio, al punto que se han sentido en peligro. Esta y muchas otras actitudes no permiten que los ciudadanos vean en este medio de transporte una gran opción, en muchos casos solamente se ve como un mal necesario.
Ahora bien, si los pasajeros prefieren otro tipo de alternativas de transporte, incluso las que no están en correcta reglamentación, se debe a que no confían en el servicio prestado por los taxistas.
Ojalá que este gremio haga una autoevaluación, incluso que se postulen a acreditaciones de alta calidad, puede que esto les exija unos parámetros que los pongan en el podio de los mejores medios de transporte.
Por último, es necesario decir que no solamente el gremio de los taxistas tiene que cambiar para ofrecer un mejor servicio, también el transporte de buses tiene que mejorar, dado que si la gente los sigue usando es solamente porque no hay más, sin embargo, cuando haya mejores opciones, los abandonarán.