Desde los años setenta soy aficionado a los equipos boyacenses, primero con el equipo Aguardiente Líder que representó al departamento en la segunda división del fútbol colombiano, luego fue con Lanceros Boyacá desde 1993, equipo que participaba en la ‘Copa Concasa’, posteriormente llamada ‘Primera B’.
En aquellos años empecé a participar en transmisiones deportivas, especialmente con el Grupo de Caracol Radio. Aquella escuadra tuvo equipos de buen fútbol, pero finalmente quedó la frustración del no ascenso, el más representativo aquel que se perdió en casa frente a Unicosta en la temporada 1996-1997.
Terminado Lanceros en 1998 y tras años sin fútbol profesional en Boyacá, llegó en el 2003 Patriotas, equipo con el que desarrollé un vínculo estrecho porque en la familia se creó e impulsó una web de hinchas llamada patriotasfc.com, proyecto que iniciaría paralelo con la fundación del club y que se mantiene hasta hoy.
Recuerdo el empeño que le pusimos patriotasfc.com por apoyar al equipo, incluso se transmitían los partidos vía streaming de audio, esto a pesar de que era una tecnología incipiente, también se subían los goles y resúmenes en videos de YouTube cuando esta plataforma apenas empezaba. Y es que en la labor de informar a través de la página web y demás redes sociales han estado involucrados en algún momento todos los miembros de la familia; mi hijo Hernán ha sido el webmaster, mis hijos Nelson, Johana y Alejandra, mi esposa Ana Victoria e incluso mi nuera Mónica han hecho fotografía, reportería y administración de redes, y aunque por razón de sus carreras profesiones han tomado distancia, el tema de Patriotas siempre sale a relucir en la reuniones familiares.
Recuerdo con especial nostalgia los primeros años del Club y su trasegar por la ‘B’, se sumaron muchas cosas para que fuera una época muy especial: primero, el ser un equipo de propiedad netamente boyacense, luego una hinchada que vimos crecer siendo la más representativa la barra Aguante Sur y el hecho de ver a varios jóvenes ‘paisanos’ que no solo conformaban la plantilla de jugadores, sino que se convirtieron en figuras del equipo; al final la unión de todos estos actores llevó a conseguir el anhelado ascenso, siendo el momento cúspide de Patriotas en el 2011.
Durante esos primeros 8 años en la segunda división, y un par en primera división, acompañamos al equipo por casi todos los estadios donde jugaba, lo sufrimos y gozamos; tanto las tristezas como las alegrías nos han llevado a las lágrimas, como por ejemplo la derrota en el Alfonso López en la Universidad Nacional, cuando en el 2003 el Chicó, en el último minuto venció 3 por 2 y le quitó a Patriotas la posibilidad de disputar la final, y sin duda, lágrimas de alegría con el título de la ‘B’ frente a Cortuluá en el 2011 y el posterior ascenso a primera división, además con la ñapa de sentenciar el descenso del América a través de disparos desde el punto penal.
Han sido muchas las amistades creadas con el pretexto de un partido de Patriotas: periodistas, hinchas, dirigentes, jugadores y técnicos, es difícil mencionarlos uno a uno, pero el esfuerzo de todos, las desdichas y alegrías compartidas a lo largo de los años hicieron que Patriotas se incrustara en el corazón; todo cambiaría después con la llegada de nuevos dueños (eso es otra historia por contar), sin embargo, el cariño se mantiene y esa es la motivación para seguir adelante informando sobre el club, ojalá dentro de muy poco, con la buena nueva de un segundo ascenso.