Jaime Andrés Silva Sarmiento, el gerente de la concesión Transversal del Sisga, no solo por su cargo, sino por su don de gente y liderazgo, se está convirtiendo en una especie de ‘ángel guardián’ de los alcaldes y comunidades de municipios del Valle de Tenza.
Además de estar pendiente de los trabajos que faltan y del mantenimiento y óptimo funcionamiento de los 137 kilómetros de vía entre El Sisga (Cundinamarca) y el sector de Agua Clara en Sabanalarga (Casanare), pasando por siete municipios de Boyacá en la medida que puede, les ayuda y apoya proyectos y necesidades que tienen ‘sus vecinos’ en los diferentes municipios.
Pero si hay algo en lo que se haya concentrado el ingeniero Jaime Silva, como lo conocen en la zona, es en impulsar, en promocionar y vender la región como nuevo destino turístico, gastronómico, de servicios para el descanso en una zona que estuvo aislada del turismo por la pésima carretera que tenía, y, que ahora, con semejante vía y con la oferta que ha venido apareciendo casi que mensualmente en la región, solo faltan los visitantes.
Dice en medio de los discursos que se echa el gerente de la concesión, que el paraíso sí existe y que ya tienen carretera para ir a visitarlo.