A medida que pasan las horas, crece el escándalo de lo que es considerado como ‘la pirámide’ del concejal del municipio de Duitama, Pablo Andrés Santiago Berdugo y de paso la comunidad exige en esa ciudad, que haya una explicación de parte de líderes y autoridades.
Uno de los cuestionados es el Alcalde de Duitama, a quien hasta le piden que declare un estado de emergencia en el municipio, frente a la tumbada de la que han sido víctima cientos e incluso miles de duitamenses con por lo menos tres pirámides disfrazadas de constructoras e inmobiliarias que captaron miles de millones de pesos y lo peor es que dos más siguen operando como si nada.
Sin embargo, hasta el momento el alcalde no se ha pronunciado frente a la detención y envío a prisión del empresario y concejal Pablo Santiago.
Otro al que le exigen un pronunciamiento es al presidente del Concejo, Christian Albarracín, pues no dice absolutamente nada, a pesar de la gravedad de los hechos y del inminente daño que le está haciendo al cabildo municipal el escándalo del, aún primer vicepresidente del concejo, Pablo Santiago.
Y para completar el hermoso ramillete de mudos, la directora de Camacol, Ana Elvia Ochoa, quien representa a una entidad que puede considerarse ‘rectora’ en el tema de la construcción en Boyacá y de quien hasta el momento no se le ha conocido ni una línea, frente al escándalo de una constructora que fue intervenida desde hace cuatro meses por la Superintendencia por captación ilegal de dineros y que utilizando como fachada a la empresa Grupo Constructor Inmobiliario (Construcol), recogió miles de millones de pesos.
Dicen que sin entrar a juzgar, acusar o condenar, pero que por lo menos una voz de alerta debería haber sido capaz de enviar.
Es que la gente también es muy exigente, como si fuera tan fácil, primero que todos a ellos no les correspondía o no eran las autoridades correspondientes en el caso, y tranquilos que cada uno debe tener una justificación y una explicación de por qué no han dicho ni pío frente a un tema tan grave, como lo que desde ya es considerada ‘la estafa del siglo’ en Duitama y sus alrededores.