Siempre en el Corazón

Honor y gloria al colegio de Boyacá, claustro santanderino, decano de la educación pública en Colombia.

Con motivo de la conmemoración de un nuevo aniversario de la iniciación de clases, en el Colegio de Boyacá, tuve la oportunidad de asistir a la tradicional ceremonia de exaltación al personal docente, administrativo y asistencial, que ha laborado durante los últimos 10 y hasta 45 años en la Institución. Además, al reconocimiento que el Colegio hace a los cuatro directores, que sucesivamente han orientado su trayectoria en los últimos años; ceremonia que se llevó a cabo en el amplio salón que alberga la imagen de algunos de los insignes exrectores del Colegio, desde su fundación.

Asistí, a esta actividad institucional con Rafael Rojas y Daniel Corredor, atendiendo la invitación que el Padre Víctor Manuel Leguízamo Díaz hizo a la nueva Junta de la Asociación de Exalumnos, la cual está integrada por Rafael Rojas Azula, Valeria Bernal Benavides, Mónica Quevedo Reyes, Diego Ernesto Molano Vega, Jorge Ernesto Roa Roa, Pedro Alejandro Rodríguez Ávila, Daniel Esteban Corredor Valderrama y María Elisa Flórez Espinosa.

Foto: Pablo Emilio Sanabria

Fue una bonita experiencia, una oportunidad para sentir el calor humano y la amable cordialidad de quienes, en estos tiempos, rigen la trayectoria del Claustro y de quienes laboran cada día en la formación integral de los estudiantes, así como la respetuosa familiaridad del personal asistencial, todos confabulados para hacer grata e inolvidable nuestra presencia y ratificar el sentimiento de confraternidad que nos une, a pesar de la lejanía y la ausencia.

Fue hermoso evocar nuestro paso por el Claustro, como estudiantes y como docentes. Traer a la memoria los eventos culturales y artísticos, los centros literarios y proclamación de bachilleres; exaltación a la excelencia académica, deportiva, artística y cultural de los estudiantes; y como en esta ocasión, ponderar la labor, el compromiso e identidad institucional de los servidores del Colegio, en el marco austero de la antigua Aula Máxima, hoy, Aula Hildebrando Suescún Dávila, en memoria de quien fuera uno de sus ilustres Rectores.

Esta Aula, columna y corazón de la arquitectura colonial y republicana del vetusto Claustro, guarda la elocuencia revolucionaria de líderes estudiantiles, la altura ideológica de sus debates, el eco melodioso de los conciertos, la osadía narrativa de su producción literaria y la gratitud y orgullo de los exalumnos que, cada año se reúnen aquí, para evocar sus triunfos, alegrías, dificultades, y hazañas reales o imaginarias, afianzar el compañerismo y la amistad, y para rendir tributo de admiración y reconocimiento al Colegio.

Volver al Colegio es siempre placentero, porque nos ata a él el amor filial, el honor del servidor incondicional, la ganancia de la siembra integral y la alegría de una generosa cosecha lograda a partir de las sólidas bases académicas y firmes convicciones urbanas y sociales talladas, con lealtad y compromiso, por excelentes preceptores. Sentimos nostalgia por lo que dejamos y satisfacción por las conquistas que llevamos, cimiento de conquistas futuras, por los acontecimientos, los aciertos y desaciertos, los triunfos y derrotas que nos permitieron crecer y templar el carácter.

Foto: Pablo Emilio Sanabria

Visitar la casa paterna intelectual no es sólo alegría, gratitud y entusiasmo, es un gran honor.

“El Colegio de Boyacá, imprime carácter”, nació grande, productivo, promisorio, con la grandeza que surge del compromiso, identidad, lealtad y sincero propósito en una tarea educativa en pro de la formación y orientación, para la excelencia integral, de las sucesivas generaciones, los que fueron, los que, por siempre jamás ingresen a sus aulas. Hoy, en la cima de sus doscientos años de historia fecunda, continúa su labor educativa garantizando la calidad y consistencia en los contenidos fundamentales y, muy especialmente, en la formación cívica, ética y moral de sus educandos, “al amparo de Dios y de la Patria”.

Honor y gloria al colegio de Boyacá, claustro santanderino, decano de la educación pública en Colombia.

María Elisa Flórez Espinosa
Exalumna Colboy

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