El Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario dieron a conocer su Índice de Competitividad de Ciudades (ICC) 2022.
En esta oportunidad, la ciudad de Tunja ocupa el tercer lugar de la medición, registrando un puntaje de 6,43 sobre 10, ubicándose detrás de Bogotá y el área metropolitana de Medellín, quienes lideran el escalafón.
Esta edición resulta de particular interés pues, al contar con la mayoría de información disponible para 2021, revela la posible senda que siguieron los indicadores económicos y sociales de las ciudades después de la crisis generada por la pandemia.
En ese sentido, la publicación destaca que, si bien, en 2021 se observó una tendencia generalizada de recuperación en las ciudades, lo cierto es que no todas lo hicieron al mismo ritmo.
Por ejemplo, se observa una ampliación en las brechas de desempeño entre ciudades en los pilares que guardan una fuerte relación con la reactivación económica. Entre estos, el pilar de mercado laboral, en el que la diferencia en puntaje entre el mejor y el peor de la medición aumentó a 5.1 puntos. Algo similar se presentó en los pilares de adopción TIC, salud, educación superior y formación para el trabajo, entorno para los negocios, tamaño del mercado, entre otros.
“Lo anterior, resulta particularmente importante y constituye señales de alerta hacia dónde deben dirigirse las acciones e iniciativas de los actores locales. Esto con el fin de garantizar una recuperación total de las economías regionales y contribuir al cierre de brechas en materia de desarrollo”, informaron desde el Consejo Privado de Competitividad.
Por otra parte, en esta oportunidad, el CPC y la Universidad del Rosario quisieron reconocer el esfuerzo de algunas ciudades que se destacaron por su desempeño en aspectos clave de la competitividad.
“Entre estas las ciudades de Montería y Villavicencio por lograr los mayores avances en el ranking general; Tunja por contar con el desempeño competitivo más destacado; y la ciudad de Pasto por tener el mejor desempeño en educación básica y media del país”, añadieron.
Finalmente, es importante destacar que, en esta ocasión, se introdujeron ajustes en el ICC 2022 que imposibilitan su comparación con publicaciones de años anteriores.
Los mayores cambios se generaron en el pilar de mercado laboral, a partir de las nuevas estadísticas laborales que ofrece la Gran Encuesta Integrada de Hogares del DANE, que incorpora a partir de 2021 el marco censal de 2018. Adicionalmente, se realizaron ajustes en algunos indicadores, como resultado del proceso de mejora continua de la medición.
Tunja, primero en salud, educación superior y formación para el trabajo, y sistema financiero
La ciudad de Tunja alcanza su mejor desempeño en el pilar de adopción TIC, en el que registra una calificación de 8,46 sobre 10. Lo anterior se debe a que ocupa la primera posición en los indicadores de graduados en programas TIC y programas TIC. Adicionalmente, se destaca en los pilares de salud, educación superior y formación para el trabajo, y sistema financiero, en los que ocupa la primera posición de la medición.
“De otro lado, la ciudad concentra sus desafíos más importantes en el pilar de sostenibilidad ambiental en el que registra su puntaje más bajo (3,69 sobre 10). Esto como resultado de su débil desempeño en 3 de los 6 indicadores que conforman el pilar, en los cuales registra una puntuación inferior a 4,0 sobre 10. En términos de ranking, el pilar en el que presenta mayores retos la ciudad es el de tamaño del mercado, en el que se ubica en la posición 22”, aseguraron desde el Consejo Privado de Competitividad.
Frente a 2021, -añadieron-, Tunja mantiene su posición en el escalafón general. Así mismo, en lo que respecta a pilares, se observa un avance en puntaje en 8 de los 13 pilares, destacándose entre estos, el aumento de 0,6 puntos en el pilar de adopción TIC. De otro lado, la ciudad disminuye en 0,8 puntos su puntaje en el pilar de entorno para los negocios, y en 0,6 puntos su calificación en el pilar de sostenibilidad ambiental.
Lo anterior, como resultado de su retroceso en los indicadores de concentración en el sector secundario, y tasa de registro empresarial, en el caso de entorno para los negocios; y en emisiones de CO2 de fuentes fijas y empresas certificadas ISO14001 en el pilar de sostenibilidad ambiental.