¿En dónde está la tal innovación? – Jairo Botero Espinosa #ColumnistaInvitado

Desde hace ya varios años se viene escuchando y leyendo en medios expresiones alrededor de la palabra innovación. Dese la política pública, pasando por las propuestas de las organizaciones internacionales como la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) o el Foro Económico Mundial, universidades e instituciones educativas se viene trajinando el término de una forma un poco superflua, que nos presenta una idea magnífica e importante pero poco entendible por el público en general.

Se leen expresiones como: “Nuestra institución educativa la apuesta por la innovación a partir del próximo año”, u otras expresiones como: “Para este ministerio la innovación es clave para el desarrollo de estudiantes preparados para el siglo XXI.” También se leen notas periodísticas donde se anuncia que una empresa logrará en los próximos cinco años niveles altos de innovación.

¿Qué implica la innovación? Para entender esto recomiendo la lectura del libro “Creatividad en Ingeniería – Soluciones novedosas a problemas complejos”, escrito por David H. Cropley, y que define la innovación como como un conjunto de procesos compuestos por la invención de soluciones y su respectiva explotación. Hay una relación muy directa, entonces entre invención e innovación, pero ninguna se dará sin la creatividad.

Es muy común pensar que la creatividad es un momento desordenado, caótico e inspirado por unas musas etéreas que iluminan la mente de las personas y que es un beneficio con el que cuentan los artistas. Esta es una explicación por la que el promedio de las personas concibe que la creatividad del ser humano está en las artes. Algo más alejado de la realidad.

Cropley define la creatividad de la siguiente manera:

“La creatividad es la interacción entre la aptitud, el proceso y el entorno mediante el cual un individuo o grupo produce un producto perceptible que es novedoso y útil tal como se define dentro de un contexto social”.

Lo creativo implica una acción del individuo, de tal manera, que su propuesta no se haya hecho antes, e inclusive, que le aporte valor a la comunidad. Habrá creatividad en todo el quehacer humano y por tanto se podrá dar en cualquier actividad que se desarrolle desde cualquier área del conocimiento, no solo en las artes, como la mayoría de las personas piensan. Todo ser humano está en capacidad de ser creativo y para que se pueda preparar a las personas para ello, debe fomentarse desde los primeros años de formación y debe ser una constante en su paso por la carrera escolar, universitaria y personal.

Desde hace más de veinte años se lleva hablando sobre el término metacognición, que se refiere a la conciencia del ser sobre la manera en que este construye su conocimiento y la forma en que se aprende. Este proceso mental está muy relacionado con los momentos de pensamiento divergente y convergente. Estos últimos son la clave de despertar momentos creativos pues en la divergencia se admiten infinitas ideas de infinitos contextos y luego convergen para precisar su aplicabilidad práctica frente a un problema o fenómenos específicos. Sin estas experiencias mentales no se dará nunca una posibilidad de ciudadanos creativos.

La pregunta por la innovación se presenta dado que se habla mucho de la intención, pero no es clara la manera en la que podemos volverla realidad. Las condiciones para promover la creatividad no son comunes y por ende no será posible desarrollar una sociedad innovadora mientras no se den condiciones adecuadas para que las personas desarrollen esta habilidad. La educación que conocemos no fue diseñada para ello, pues no buscaba ciudadanos creativos, buscaba una fuerza laboral preparada para las condiciones del siglo XX, pero la educación ya está en un proceso de transformación, lento si, pero hay conciencia de la necesidad de hacer cambios fundamentales tanto en los modelos institucionales como en los modelos pedagógicos.

Venimos trabajando en la educación STEM, por sus siglas en inglés de Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, que es un enfoque pedagógico que está tomando relevancia a nivel mundial y nacional, es una propuesta robusta que aporta los elementos para formar ciudadanos creativos e innovadores, por eso creemos que la retórica sobre innovación debe leerse con mayor rigurosidad. Nuestra sociedad colombiana requiere con urgencia de un cuerpo de conocimiento propio para el desarrollo de nuestro país y mientras haya transformaciones profundas en la educación habrá posibilidad de innovación.

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