El hecho que tiene aterrorizado al norte de la capital del país y sus alrededores desde anoche, sigue entregando información y pistas a cuentagotas.

Durante todo el día no se ha hablado de otra cosa que de los cuerpos sin vida de cuatro personas: tres hombres y una mujer, que fueron hallados en una camioneta Toyota Prado de vidrios polarizados en la autopista Norte con calle 223, en el norte de Bogotá vía Tunja.
EL TIEMPO pudo establecer de forma exclusiva cómo se encontraron los cuerpos hallados en la madrugada de hoy en la Autopista Norte con calle 224.
Según lo manifestado por el cuadrante 36 del CAÍ Verbenal a las autoridades del caso, cuando estaban en labores de patrullaje encontraron abandonado sobre la vía un vehículo de color gris de placas CJE825, de Chía, marca Toyota prado VX modelo 2010.
Lo primero que se pudo determinar en que los cadáveres estaban en posiciones extrañas. Tres eran hombres y uno de los cuerpos era de una mujer. El primer cuerpo masculino tiene una herida en la región retroauricular derecha y una herida en la región temporal izquierda.
El siguiente, también hombre, presenta signos de violencia en la parte superior y está por establecerse con qué le hicieron esas heridas. Están verificando si hubo torturas. Se presume que sí.
El tercer cadáver de hombre tiene un orificio en el dorso de su nariz y otro en la región occipital derecha. El cuarto cuerpo, el de la mujer, tiene un orificio en la región frontal izquierda.
Las víctimas son muy jóvenes, podrían tener entre 20 y 30 años pero eso solo lo determinará la inspección a los cadáveres. Todos estaban en bolsas, así lo confirmó la Fiscalía General de la Nación.
Según en coronel de la Policía Metropolitana de Bogotá, Herbert Benavides, se presume que la camioneta fue trasladada hasta el lugar donde se encontró; es decir, que el asesinato se habría llevado a cabo en otro lugar.
Según lo dio a conocer EL TIEMPO, el propietario del vehículo es Carlos Navarro Durán, hijo de la empresaria Stella Durán, dueña de la compañía Stella Durán productos naturales S en C, quien fue capturada en el 2018 por corrupción al interior del Invima, y puesta en libertad en marzo de 2022.
El empresario se contactó con la Policía y, desde su residencia en España, aseguró que no vive en Colombia hace algunos años y que el hombre hizo énfasis en que la camioneta se la dio a un concesionario cuando salió del país, con traspaso abierto para ser vendido.
Al historial del vehículo aparecen registradas al menos tres direcciones de inmuebles en el norte de Bogotá y una multa de tránsito sin pagar.
Una de las hipótesis que manejan las autoridades es que el asesinato múltiple estaría relacionado con un ajuste de cuentas. Se cree que la organización criminal ‘Tren de Aragua’ estaría detrás del homicidio.
Aunque no se puede descartar la hipótesis de un robo también preocupa que se trate de un caso más de ajuste de cuentas entre bandas de microtráfico. Pero eso será materia de investigación. Lo cierto es que el modus operandi es muy similar al de otros sucesos ocurridos recientemente.