
Corrían los años 90 y la capital de todos los boyacenses, Tunja, adolecía de un mal sistema de servicios públicos domiciliarios. El agua llegaba a las casas y apartamentos una o dos horas al día. Un sistema de alcantarillado vetusto que apenas cubría el 60 % de la ciudad. Pero era una ciudad estudiantil, en donde residían más de 15 mil estudiantes de la Universidad Pedagógica y Tecnológica (UPTC); igualmente, laboran en el sector público un número significativo de funcionarios y acudían a la Gobernación alcaldes y ciudadanos a solicitar algún trámite.
Por tanto, la población flotante, que era significativa, tan pronto terminaba sus labores salía despavorida, dejando una ciudad muy sola. Era una época en donde se estrenaba una nueva Constitución Política, se planeaba una ciudad moderna, nacía la Universidad de Boyacá (Uniboyacá) y otras del orden nacional se asentaban. No obstante, la infraestructura de servicios públicos no ofrecía garantía para los inversionistas que veían en Tunja un polo de desarrollo.
El alcalde de la época, que por cierto fue el último alcalde ingeniero de la ciudad, Manuel Arias Molano, un visionario y arriesgado político, toma la decisión de dar en concesión los servicios públicos domiciliarios de acueducto, alcantarillado y aseo, acto que contribuyó a proyectar a Tunja como la ciudad moderna que hoy es, aunque le trajo bastantes problemas legales al ingeniero Arias Molano, pues acabó con su capital económico, que requirió para pagar abogados, y el capital político, porque nunca más ejerció cargos en la vida pública.
Hoy, después de 25 años, nadie se acuerda que acogiendo la Ley 142 de 1994, que desarrolló la Constitución de 1991 y dio las facultades legales, el alcalde Arias concesionó los servicios públicos domiciliarios a la empresa Proactiva, hoy Veolia. Esta empresa está cumpliendo 25 años de servicio a Tunja y es una empresa que cumple con eficiencia, eficacia y calidad el servicio de captación, transporte, tratamiento y distribución de agua potable que cubre el 100 % de las residencias. Además, ofrece un sistema de alcantarillado que cumple con los estándares ambientales y cubre un 95 % de la ciudad, e inauguró recientemente una moderna planta para el tratamiento de aguas residuales. Es bueno complementar que es la primera ciudad del departamento en devolver las aguas tratadas al río Chicamocha.
La ingratitud y el olvido son constantes en el ser humano, pero con humildad y agradecimiento, los boyacenses que queremos nuestra capital y de la cual somos orgullosos, le decimos al ingeniero Manuel Arias Molano muchas gracias por esa decisión política y técnica futurista, que contribuyó al desarrollo económico y social de nuestra capital, de igual forma a la empresa Veolia por llevar 25 años ofreciendo excelentes servicios públicos domiciliarios a la ciudad.