
La mayoría de los medios de comunicación nacional, no conformes con el resultado de las elecciones presidenciales y la falta de madurez política para aceptar el triunfo de Gustavo Petro, han trazado un plan mediático y, léase bien, antes de su posesión ya lo están aplicando, y es el de desprestigiar cualquier comentario u opinión del nuevo presidente.
Lo que pretenden es aprovechar el poco análisis y contexto de gran parte del pueblo colombiano, que se deja llevar por lo que ellos opinan en los medios tradicionales y por lo que publican en las redes. Eso facilita que estos medios de comunicación sin argumentos y estudios, de manera hostil arremetan contra las políticas del nuevo Gobierno. Lo hacen jugando a hipótesis y supuestos precarios, tratando de sustentar sus tesis sin ningún estudio técnico o científico. Ahora mismo, ya son expertos en economía, derecho, medio ambiente, minería, salud, educación, entre otros.
Los medios al servicio de intereses particulares tenían preparada su artillería para atacar al nuevo Gobierno, sobre supuestos imaginarios. Lo que nunca visionaron era que estaban al frente de un estadista, que desde el día que ganó llamó a un pacto nacional. Las reuniones con Rodolfo Hernández, con el expresidente Uribe, más la coalición que armó en el Congreso de la República los dejo sin argumentos. Están tan perdidos que buscan a los ministros designados para preguntarles que, si hay líneas rojas para aceptar los cargos, pero no les preguntan por las iniciativas para sacar de la pobreza a 20 millones de colombianos.
Como gozan de privilegios, creen que todos los colombianos vivimos como ellos, en Suiza. Tratan por todos los medios de culpar a Petro por el alza del dólar para producir terrorismo económico y son tan atrevidos que llaman a Miami a las inmobiliarias para preguntar que si los colombianos están comprando bienes raíces. Otros medios interrogan a economistas para que digan que la culpa del alza del dólar es de Petro, como si la coyuntura económica mundial por la recesión en EE. UU. y la guerra de Ucrania no existiera.
Debe el nuevo Gobierno prepararse, rodearse y cobijarse de excelentes estrategas de comunicaciones para poder comunicar sus iniciativas al ciudadano y así contrarrestar el ataque feroz y el terrorismo mediático de estos medios. Lo único que falta es que culpen a Petro de la guerra de Rusia contra Ucrania, eso tal vez los haría
felices.