La despedida de la matrona Leticia Ruiz de Roa

Boyacá es un departamento que ha dado mujeres hechas a fuerza de azadón y briega, con un santoral de historias a cuestas que las han convertido en verdaderas matronas inspiradoras de veneración y respeto. 

Doña Leticia Ruiz de Roa, la matrona de Páez. Fotografía Archivo particular
Doña Leticia Ruiz de Roa, la matrona de Páez. Fotografía Archivo particular

Ese es el caso de doña Leticia Ruiz de Roa, una mujer de roble nacida en el municipio de Páez, una localidad ubicada en la provincia de Lengupá que fue decisiva en la ruta libertaria donde quedaron grabadas las huellas de los héroes de la patria y posteriormente las de esas guerreras que, como doña Leticia, supieron llevar a cuestas los sueños y esperanzas de su descendencia. 

Esta guardiana de anhelos a sus 92 años aún estaba en la plenitud de sus facultades, por lo que se convirtió en progenitora de sabiduría popular, ganándose el respeto y admiración de toda su comarca que la veía como fiel representante de su raza y de su estirpe. 

Doña Leticia simboliza la luz de la calle y faro del hogar, porque de su mano fueron muchas comunidades las que alcanzaron propósitos, tanto individuales como colectivos, ya que en su alma siempre albergó ese sentimiento de solidaridad que solo atesoran mujeres de origen noble como esta mujer a la que hoy su pueblo rinde tributo de admiración, a la vez que hay dolo por su partida. 

Quizá la tarea de doña Leticia quedó hecha a cabalidad en su permanencia por la estancia terrenal, pero ahora continuará desde las alturas guiando el camino de los que siguen sus pasos en ese sendero forjado por ella a punta de machete y ruana.  

Paz en la tumba de doña Leticia Ruiz de Roa y que continúe su luz alumbrando los luceros, porque “jamás muere quien nunca se olvida” 

Boyacá Sie7e Días entrega a sus familiares y a la comunidad de Páez, las más sentidas condolencias por el deceso de una de sus máximas lideresas en su más reciente historia.

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