Los actuales alcaldes quedarán en deuda con sus comunidades y muy pocos, sumados los dedos de pies y manos, van a poder entregar balances positivos, altos o satisfactorios y con ello arriesgarse a postularse a premios… algunos donde con una sectorial, gusto, experticia o repetición de sus primeros mandatos para poder meter el acelerador -a fondo- y ya será en cuarta o quinta, que, en los meses por venir, impriman su sello y no a punta de videítos, dibujitos o frasecitas manidas.
Vemos con preocupación que algunos se dedicaron a sortear sus problemas, a defenderse de sus contradictores y hasta de sus amigos, a ensayar con cuotas de sus patrocinadores e incluso a jugar a ser ‘jefes’ para enredarse en escogencia de representantes en las juntas directivas de las corporaciones autónomas, de los OCAD y descuidar las anheladas asociaciones de provincias, que tanto prometieron en sus campañas, y para no dejar de lado en las instancias nacionales, que al parecer no entienden de su importancia, valor estratégico y poder hacer gestiones para los cuatro años.
Sonará como a presagio de ave de mal agüero, de esas que tanto daño hacen a las administraciones municipales y locales por tratar de inmiscuirse y saber de todos, asesorar en todo, contactar a sus ‘expertos’ para sacar a su jefe de los escandalitos de barrio, pero hay que decirles que ya no estamos para pruebas, ensayos y errores, sino para corregir de fondo, de verdad, y con miras a que sus placas brillen por su paso a la historia, porque tengan la frente en alto y si se les ocurre buscar nuevos escenarios, poder mostrar sus obras y realizaciones y no pasando ‘cuentas de cobro’…
De seguro en alguno de los ‘pregones’ hemos reclamado la presencia y efectividad de las veedurías, para que haya ojos sobre tantas tentaciones de la administración pública, sin contar con el concurso directo de la ciudadanía -a no ser que sea por tutelas u otras decisiones judiciales- y esto se volvió en caldo diario porque a los titulares les parece mas valioso tener contento a sus áulicos, sus cercanos, sus concejales, que demostrar tantos contactos de sus patrones, de sus padrinos y hasta de la buena suerte de esos proyectos que encuentran eco y recursos, desde el alto gobierno.
Por nuestros territorios sucede que ya no es efectivo solo ser parte de un color o histórico partido, hay que contar con el concurso valioso de profesionales, multi y hasta interdisciplinarios, de la localidad, con experiencias, con títulos, con colegas en todos los ámbitos y que sepan interpretar sus propuestas y hacerlas realidad, pues con los pocos o muchos recursos, hay que hacer obras.
Que quede claro que no todos tienen el prurito de lo negativo, de lo a ras, sino que hay los que superan las pruebas, los errores, las fallas, las provocaciones y son dignos de mostrar en los medios de comunicación, no por las pautas acordadas, sino porque en el ejercicio de informar tienen mucho que ‘contar’ a sus conciudadanos y rindiendo cuentas es que reciben aplausos o rechiflas.
En definitiva, es que cuando se administra bien, se recibe el agradecimiento de sus paisanos y del Creador. Sin descuidar el cumplimiento de las leyes y atentos a no desperdiciar tan alto honor. YA.
Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez. @ricardocipago