Se convirtieron en un fenómeno. No se revelan sus nombres, pero lo cierto es que un grupo de varios jóvenes que guaqueaban, es decir que buscaban esmeraldas en Chivor se encontraron unas piedritas que los ha llevado a darse ciertos lujos que incluso han compartido con los paisanos.
Ya han comprado propiedades, han comprado trago para reimundo y todo el mundo y repartieron trago y boletas para un evento reciente en las fiestas de Garagoa. Aunque algunos de ellos ya tienen seguridad y otros ya se fueron de la región, lo cierto es que se están convirtiendo en una verdadera leyenda urbana en el Valle de Tenza: la leyenda de ‘los chinos enguacados’.