
Parece que los debates políticos, en el marco de las últimas elecciones, se dieron con más fuerza entre amigos y familiares que entre los propios candidatos, y así como a los políticos mismos les pasa que se sienten en elecciones un periodo de tiempo después de ser elegidos, muchas personas todavía están pensando como si no hubiese terminado el periodo electoral.
Por una parte, es normal, y esta bien, que exista oposición, de cualquier manera, resulta curiosa la manera en que algunos ya atribuyen culpas a un gobierno que no se ha posesionado, como en una suerte de confrontación electoral postelectoral.
Pero me interesa señalar acá la dinámica de las conversaciones cotidianas en diferentes grupos sociales, ya que entre los políticos las comunicaciones suelen ser más estratégicas que científicas, es decir, resulta interesante revisar si las personas del común en sus debates políticos postelectorales discuten más sobre hechos, personas o ideas, si se piensa o se especula.
Las expectativas frente a situaciones novedosas pueden generar ansiedad, temor, entre diferentes emociones, que seguramente seguirán enervando los ánimos de muchos como si la contienda electoral no hubiera terminado aún.