Como una «Diosualidad» estos tres jóvenes se juntaron para amalgamar sus registros en un hilo polifónico de exquisita sonoridad y aplaudida capacidad interpretativa.

Hoy luego de varias batallas, Sono se ha convertido en uno de los grupos de mayor proyección, eso sí, sin olvidar las recomendaciones del jurado calificador quien les ha reiterado que el formato debe consolidarse de manera clara, lo cual es apenas lógico dado que los tres integrantes se presentaron al concurso como solistas y tras la iniciativa de uno de los jurados, se convirtió de la noche a la mañana en un trio que tuvo que acoplar de manera urgente sus timbres en medio de agitadas agendas y la exigencia del montaje repentino de repertorios.
El boyacense Nicolás Becerra, quien en su infancia perteneció a los Niños Cantores de Boyacá, ha venido escalando sigilosamente por el espectro de la producción musical hasta llegar a consolidar una imagen que hoy lo tiene en uno de los realitys de mayor audiencia de la televisión colombiana, donde junto a sus compañeros ha deleitado a las audiencias a través de acoples de alto contenido armónico y estético.
A decir verdad, la competencia en esta temporada ha sido muy difícil dado el nivel de los participantes, razón que tiene muy felices a los integrantes de Sono por estar haciendo parte de los 10 finalistas que no solamente han merecido los puntajes del jurado calificador, sino del público que en esta oportunidad ha sido decisivo en la determinación de los nominados a cada nueva gala.
“Con el corazón en la maleta” ha sido una de las galas más aplaudidas, cuando los tres nuevos galanes, aparecieron en una escenografía en la que había un sofisticado auto de colección y una ambientación que fue objeto de todos los elogios por parte del nuevo club de fans surgido de esta novedosa y divertida propuesta de Sono; catalogada por los jurados como una agrupación revelación dentro de la actual temporada del Factor X.
Que sigan los éxitos para Sono.