Uno a uno fueron llegando hasta el costado sur de la Plaza de Bolívar en el centro de Bogotá, los invitados que no se querían quedar sin silla en el salón elíptico de la Cámara de Representantes, donde a las 9:30 se tenía previsto el acto de homenaje y despedida al duitamense Rodrigo Rojas, del Congreso de la República.
La característica de la mayoría, una prenda de color rojo: corbata, pañuelo, pañoleta, bolsos, chaqueta e incluso el protector del celular, algo que identificara que el líder de los liberales iba a recibir la máxima distinción que entrega la Cámara de Representantes, como reconocimiento a su trabajo y como uno de los diez mejores congresistas del último cuatrienio.
Alcaldes y exalcaldes, diputados y exdiputados, concejales y exconcejales, consejeros juveniles, funcionarios de diferentes gobiernos municipales, docentes, directivos, empresarios y desde luego el representante electo, Héctor David Chaparro Chaparro, quien tomará las banderas del partido Liberal de Boyacá en el Congreso, llegaron al homenaje para Rodrigo Rojas.
Con un riguroso e impecable protocolo se hizo referencia a la historia de la condecoración Orden de la Democracia Simón Bolívar en el grado de Gran Cruz, máxima distinción que entrega la Cámara de Representantes.
Precisamente fue el primer vicepresidente de la Cámara, Carlos Adolfo Ardila, el encargado de explicar por qué se le entregaba la máxima distinción al congresista boyacense, refiriéndose a la dedicación, disciplina, gestión, pero sobre todo al trabajo que Rodrigo Rojas adelantó durante estos cuatro años y que le merecieron incluso ser catalogado como uno de los 10 mejores congresistas de la actual legislatura con seis leyes de la República de autoría propia, 13 leyes en coautoría, un total de 100 proyectos de ley presentados, 40 debates de control político.
Por su parte Rodrigo Rojas, quien se ratificó como el mejor congresista del departamento de Boyacá y uno de los mejores del país agradeció a cada uno de los asistentes que llegó desde diferentes partes del departamento de Boyacá, y le hizo un especial reconocimiento a su mamá, Clara Lara, a su padre, Pedro Alejandro Rojas; a su esposa, Angela Mocada y a su hija María Clara; a su equipo de trabajo y al excongresista Rafael Romero Piñeros, quien fue uno de los artífices de su llegada al legislativo.
“Hoy más que nunca tengo la convicción de seguirle sirviendo a mi departamento desde donde ustedes lo dispongan”, dijo Rodrigo Arturo Rojas Lara como cierre de su discurso.
