La triste historia que conoció ‘el Boyaco’ sobre su excompañero Mandíbula

El soatense Miguel Lizarazo conocido con el nombre artístico de ‘el Boyaco’ se refirió a la muerte de Marcelino Rodríguez, ‘Mandíbula’ que se registró en la madrugada de este viernes.

La visita más reciente de Miguel Lizarazo a Marcelino Rodríguez, había sido en febrero pasado. Foto: Archivo particular.
La visita más reciente de Miguel Lizarazo a Marcelino Rodríguez, había sido en febrero pasado. Foto: Archivo particular.

“Nosotros estábamos esperando la mala noticia, él estaba sufriendo mucho, hace como mes y medio lo tuvieron que llevar a un hospital ahí en Bogotá por un problema en la garganta que ya no le permitía comer y estando hospitalizado resultó contagiado con COVID-19, el virus que finalmente luego de tres semanas le terminó ganando el pulso”, dijo Lizarazo.

El Boyaco recuerda que había estado visitando a Mandíbula en el barrio Kennedy en Bogotá en julio del año pasado con otros compañeros del elenco de Sábados Felices como Patricia Silva y en febrero pasado fueron a visitarlo con Álvaro Lemon.

“Él ya no hablaba ni nada; a mí y a Lemon, igual que a Patricia nos recordó siempre, pero después de unos 15 minutos en la sala atendiendo la visita ya se fatigaba mucho y quería irse a acostar”, dice el humorista boyacense.

Añade Lizarazo que Marcelino tenía una fortaleza impresionante, pero que después del percance nunca más volvió a ser el mismo.

“Dicen que a él le dieron un bono pensional, es decir que negoció la pensión y el día que fue a descambiar el bono, se perdió y resultó en Fusagasugá al parecer víctima de escopolamina y rodeado de niños y otras personas que decían que ese era el señor de Sábados Felices, pero son varias cosas que nunca se supieron en esa historia, lo que sí se supo tiempo después es que resultó con alzhéimer”.

Lo cierto es -argumenta el Boyaco-, que después de eso Mandíbula quedó muy afectado: él iba a grabar, pero ya no se podía aprender ni tres renglones y lo retiraron y a pesar de que ya había negociado su pensión, del canal Caracol le pusieron una pensión pequeña, y con eso vivía.

“Él empezó en estado degenerativo, tocaba comprarle pañales y atenderlo como un niño desde hace ya varios años. Lidiando con el alzhéimer llevaba ya como diez años y su señora e hijastra era las que veían de él”, recalcó Miguel Lizarazo.

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