Las acciones para superar situaciones de limitaciones o interrupción total de tránsito vehicular en el Occidente de Boyacá requieren medidas de corto, mediano y largo plazo, con inversión de importantes recursos, vinculación de autoridades nacionales, departamentales y locales, al igual que de los propios beneficiados.
El mejoramiento, mantenimiento y reconstrucción de vías como las de las veredas Niauza y los puentes sobre la quebrada o sitio Alto de Los Muertos y La Caco, que comunican a Muzo con San Pablo de Borbur, son algunos de los trabajos que deben hacer en esta región del occidente.
De la misma manera, el puente del río Guazo, sector Vega del Tigre que comunica con Maripí y los puentes La Colorada y La Paita, sobre el río Minero, en la vía Muzo – Quípama; el puente del río Guazo, sector Cantino, en territorio de Coper, la terminación de los trabajos que se realizan en la vía Muzo – Coper, y Coper – Buenavista, entre muchos otros.
Prever inestabilidad geológica, millonarias inversiones y el cambio climático son entre otros factores a tener en cuenta al igual que unos grandes retos técnicos y económicos, más allá de las olas invernales, como la que se está presentando, para garantizar la movilidad y seguridad vial en Muzo, Coper, Buenavista y demás localidades de esta región.
Así fue confirmado en verificación técnica especializada al estado de las bancas de carreteras primarias, secundarias y tercerías, puentes y otras obras de las mencionadas localidades, efectuada por el gobierno de Ramiro Barragán Adame, a través de equipo de trabajo de la Secretaría de Infraestructura de Boyacá, las administraciones locales y los residentes.