La Unidad de Trabajo Legislativo a la que tiene derecho cada uno de los congresistas, es una figura creada precisamente para convertirse en un órgano asesor del Representante o el Senador a la hora de formular los proyectos, muchos de los cuales terminan convirtiéndose en leyes de la República.
Son 50 salarios mínimos mensuales a los que tiene derecho cada congresista y es precisamente el parlamentario el que decide cómo los distribuye y a quién o quiénes llama a integrar su equipo de trabajo.
Así como hay unos congresistas serios que tienen tres o cuatro asesores en su equipo y que incluso hasta sacan de su salario para completar la paga de personal calificado y experto que finalmente es su soporte en un trabajo legislativo serio, también hay otros que tienen hasta 15 y 20 integrantes, es decir, utilizan la Unidad de Trabajo Legislativo para politiquear.
Pues por estos días los congresistas electos o reelectos por el departamento de Boyacá avanzan en la conformación de sus equipos de trabajo y adivinen cuántos van a politiquear, a pagar favores políticos, a pagar compromisos con sus UTL, o mejor cuántos no lo harán y armarán grupos serios para dar resultados. Seguiremos informando.