
Un candidato boyacense al Congreso estaría detrás de un plan secreto de recolección de pruebas sobre constreñimiento electoral en diferentes entes gubernamentales en Boyacá.
La estrategia estaría tan bien armada que maneja sofisticados micrófonos y hasta cámaras camufladas por funcionarios que sabían que los iban o que los van a llamar al orden y que no daría lugar a dudas de que funcionarios con mando están reuniendo a sus equipos o de manera individual dando órdenes de votar por determinados candidatos.
Al parecer, de la situación que se viene presentando desde hace ya más de un mes y que se ha incrementado en los últimos días, habría pruebas irrefutables que podrían convertirse en un verdadero escándalo en las próximas horas o días, porque no se define aún si revienta su ‘Watergate’ antes, o después de elecciones.
El abuso ha llegado a tal nivel que hasta les han dado contraorden de cambiar el apoyo del candidato que les habían indicado hasta hace unas semanas y esa situación también estaría dentro de las famosas grabaciones.
El plan del aspirante podría tener a todo un ejército de voluntarios que estaría dispuesto a camuflar el micrófono o la cámara, para ayudar a terminar con esta práctica que no es nueva, pero que cada vez se hace más difícil para quienes la practican.
Por si acaso, para los funcionarios que tienen mando y que quiéranlo o no se están prestando para ‘hacer el favorcito’ de entregarle el mensaje a su equipo, se están arriesgando a ser destituidos de sus cargos por una falta gravísima, pero adicionalmente deben enfrentar la comisión de un delito penal como lo es el constreñimiento al elector.
La tecnología tiene al borde de un verdadero lío a varios funcionarios en el departamento de Boyacá que creían que ese tipo de episodios eran de las películas de ciencia ficción.