Definitivamente no hay cuña que más apriete que la del mismo palo, refrán que se acomoda muy bien a la sorpresiva salida de uno de los más exitosos directores de banda que ha tenido en toda su historia el departamento, afirmación que se legitima con los premios obtenidos por este músico como el mejor director a nivel nacional; otorgado en el emblemático certamen bandístico de Paipa en 5 oportunidades.
El maestro Cristian Malagón llevó a la institución musical a escaños de honor y reconocimiento, tanto en el contexto regional, como nacional e internacional y por sus filas pasaron cientos de estudiantes que hoy integran corporaciones artísticas en Colombia y otras latitudes mundo.
Pero más que aquel diestro didacta que maneja con sabiduría su batuta, el maestro Cristian Camilo Malagón fue para sus colegiados el padre y hermano mayor que formaba en valores con respeto, humildad, diciplina, ética y el comportamiento diáfano a la hora de pisar un escenario, por cuanto asegura de manera asertiva que antes de ser buen músico se debe ser buena persona.
Un extraño, pero legal proceso administrativo, liderado por el encargado de la cultura ahora en Paipa lo apartó de la banda que fue para él su familia, su causa y su consigna, a la que entregó más que su vida y sus conocimientos, ya que sin importar si el retrasado proceso de contratación llegaba o no a tiempo, él siempre estaba frente a sus muchachos, propiciando acumulados momentos de buena música e impecable ejecución.
Hoy, hay consternación entre los integrantes de la banda de esa ciudad, porque se ha ido uno de los más queridos maestros de esa comarca y su salida demuestra la ingratitud y el desconocimiento de algunos administradores, quienes no logran entender en su apresurado paso por lo público, la verdadera importancia de los procesos de formación artística bien hechos y bien llevados como los que lideró por años el maestro Cristian Camilo Malagón, así lo señalaron a este medio algunos representantes de la comunidad.
“No solo es la salida del querido maestro” dicen los indignados padres de familia, sino que también se han debilitado los procesos de cuerdas pulsadas, las corales y muchos otros programas que otrora le dieron nombre a nuestra ciudad y donde se han educado miles de niños y jóvenes, aseguran voceros de la ciudadanía paipana.
El Concejo de la ciudad también se pronunció en la pasada sesión de control político hecha al secretario de cultura de Paipa, Carlos Vargas, y varios de los cabildantes dijeron ser intérpretes de los reclamos de la gente, quienes además se quejan por la forma como se ha hecho en los últimos tiempos la selección de los docentes y talleristas.
«Aunque a la luz de las leyes todo estuvo bien y todo se hizo en el marco de una estrategia de selección adelantada por la comisión nacional del servicio civil, lo cierto es que la salida del maestro Cristian Camilo Malagón evidencia el desconocimiento de muchos administradores para quienes las leyes y los articulados pesan más que el clamor popular», así lo señalaron los padres que por temor a represarías solicitan mantener en el anónimo sus nombres.
Se haya hecho bien o no, lo cierto es que este ingeniero, que reconoció en el cabildo no saber nada de música, pasará a la historia por haber sido el periodo en el que Paipa pierde a un valioso pedagogo que por años le dio grandes satisfacciones a su pueblo.
Seguramente habrá otros afortunados municipios que logren su vinculación para recibir los beneficios de este maestro para quien solo hay respeto, gratitud, admiración y reconocimiento.