Renacer de la cultura boyacense – Fabio José Saavedra Corredor #Columnista7días

La coyuntura histórica que vive Boyacá en la actualidad, constituye la suma de factores favorables que han despertado a una multitud de artistas aislados, en un ejercicio individual de habilidades, talentos y valores creativos que estaban latentes y guardados en la timidez y el temor de una débil autoestima, producto de un medio familiar y un sistema educativo con falencias, que no ha permitido el fomento y fundamentación de estos dones,  soportados en la confianza de los individuos, lo que posibilitaría una visión de trabajo colectivo en beneficio de la cultura.

La esperanza que se vislumbra en el horizonte de las nuevas generaciones está fundamentada en la nueva familia y el nuevo docente, los que deben fortalecer el pensamiento crítico e independiente en el entorno familiar y escolar, orientando a sus hijos y alumnos a la investigación, conocimiento del entorno, lectura y escritura, para que integralmente puedan construir sus propias conclusiones y propuestas.

Este ejercicio permitiría formar un nuevo ciudadano conocedor de sí mismo, de sus valores y potencialidades, con una inteligencia creativa y crítica, y sobre todo, orgulloso de sus raíces y cultura, que contribuya a las exigencias históricas que nos plantea hoy la sociedad.

Enmarcados en este tiempo y circunstancias, felizmente se vislumbra en el paisaje cultural boyacense, un resurgimiento artístico en todas sus manifestaciones, donde el comentario de biblioteca, cafetería y corrillo callejero se han ido transformando en la concreción de diferentes formas de organizaciones que trabajan por la cultura, con pensamientos independientes y autónomos sin contagio político, como respuesta al olvido y abandono en que el estado ha tenido las expresiones populares y formales del arte.

De nosotros mismos, escritores, pintores, artistas, dramaturgos, escultores, músicos, titiriteros y todos los cultores de la expresión artística como voz del espíritu, depende que sigamos en el cuarto de San Alejo, viviendo en el reclamo y el murmullo callejero, arañando el aire y acariciados por la brisa helada de la historia, donde nuestros antepasados fueron grandiosos y nosotros no hemos sido capaces de apropiar su legado, valorarnos y organizarnos para afrontar los retos actuales, devolviéndole a Boyacá el sitio justo que merece, a partir de creer en lo que somos y lo que tenemos.

Fabio José Saavedra Corredor

Miembro de la Academia Boyacense de la lengua

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