Ayer, durante su discurso y respuestas a la prensa, tras su inscripción como candidato a la consulta de la Coalición del Centro Esperanza, Carlos Amaya, lanzó algunos dardos refiriéndose a recientes episodios políticos.

Dijo que no ve prudente estar pidiendo una cita en el Vaticano, mientras se debería estar era en el Chocó y añadió que ni un pastor, ni un sacerdote le puede decir a la gente por quién votar y que los gobernantes deben entender que en todos los territorios hay una amplia variedad de religiones que se deben respetar.

En otro instante dijo que no se debe acabar ni el petróleo, ni el carbón el 7 de agosto y que ponerles aranceles a los alimentos, lo que generaría es un alza en el precio, precisamente de los alimentos.

Y sin mencionarla, hasta a Ingrid le echó su vainazo diciendo que “por la maquinaria que se debería estar discutiendo en estos momentos, es por la maquinaria para el campo, por la maquinaria para la producción en nuestro país”.

Pero además en otro instante Amaya pronunció la frase: “…Debemos salir de esta crisis económica, social, política y cultural en la que nos ha sumergido el uribismo”.