Es un tema que todos comentan en la cotidianidad: la subida de los precios en la canasta familiar; desde la comida, siempre demandada, evidentemente, hasta los útiles escolares, requeridos especialmente en esta temporada, muchos elementos de consumo cotidiano han presentado un alza bastante significativa.
Aunque algunos medios de comunicación han hecho un seguimiento al incremento en los precios de la canasta familiar en diferentes regiones, parece que se ha quedado corto el análisis de las causas de este fenómeno inflacionario.
En el contexto europeo se analiza particularmente la situación del alza en el servicio de energía; en Estados Unidos la hipótesis más frecuente es que la inflación corresponde con la emisión de moneda, medida excepcional generada para enfrentar la crisis generada por el covid, cuyo antecedente no se veía desde 1982.
En el caso colombiano puede ocurrir que la devaluación del peso frente al dólar influya para el alza tan fuerte que se ha experimentado recientemente en los precios de algunos productos básicos. Según algunos expertos esto aplica para varios países de América Latina donde al intentar acudir a una mayor estabilidad se acude al dólar y lo que termina ocurriendo es que se agudiza la inflación al verse influenciada por fenómenos internos y externos.
Posiblemente es muy temprano para afirmar que el aumento en el salario mínimo influyó para que se incrementara la inflación, por otra parte, hay personas que afirman que si se convierte el peso en dólares el salario mínimo disminuyó.
Ciertamente este tema se usará con fines políticos en las campañas electorales venideras, donde no va a ser tan fácil afirmar que la inflación sólo afecta a los países de la “izquierda”. Pero la superficialidad en los debates llevará a que surjan hipótesis sin mucho rigor intelectual para favorecer un espectro u otro.
Por ahora, los analistas o los tecnócratas intentarán dilucidar como balancear la implementación de medidas para recuperar la dinámica económica (como bajar las tasas de interés) con acciones orientadas a frenar la inflación, si es que realmente fuera una preocupación.