Primera mirada y lo que viene – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Por acá de nuevo, con un sincero feliz 2022 y que haya logros, realizaciones y satisfacciones. Después de las felices fiestas ya se han concretado, definido, ajustado y hasta acomodado los nombres de los candidatos en las listas para aspirar a que los ciudadanos votemos por sus propuestas, compromisos, responsabilidades y vocería por Boyacá, en Cámara y Senado, logrando resultados.

A nivel empresarial hace carrera la frase del empresario y teórico del mercadeo Seth Godin: «El costo de equivocarse es menor que el costo de no hacer nada…» y bien pudiera aplicarse a rajatabla para tantas ambiciones, codicias, sed de poder, malicia, desconocimiento, inocencia y hasta juego de estrategias, que con asesores, coordinadores, jefes y equipos buscan llegar a la meta, pero que en el recorrido hace eco en cada uno de nosotros al saber si voto por la foto, por su trayectoria, por sus colores, por su número o por lo que en novenas, reuniones, tarimas, tintos y sitios públicos vienen tratando de tejer para convencer a sus paisanos y hasta más allá.

No es que pensemos y actuemos solo en los trajines de la política, pero en consonancia es que de lamentarnos no queda sino el dolor de cabeza, el arrepentimiento y el sinsabor que volveremos a tener el 14 de marzo al conocer quiénes serán los ungidos y a la espera que cumplan con sus territorios y para ello lo único que vale es que no se pierda la representatividad de hoy, estar polarizados, no pensar como ciudad o provincia y dejarle el camino expedito a los de afuera que ellos si vienen a hacer sus componendas y negociar con ciertos personajes que en todas ganan, o si pierden también ganan y así figuran o pelechan en administraciones y cargos.

No pueden ser otros cuatro años de reclamos, echadas de vaina, componendas, agarrones entre “jefes”, aduladores utilizando sus trincheras para sacar réditos y hasta permeando a seguidores y familias, desconocimientos en los centros de poder y decisiones, desperdicio con caballitos de batalla de humo, aplaudiendo a los de al lado y dejando caminos para que en la presidenciales vuelvan a llevarse los votos de acá para sumarlos a sus estructuras que nada visionarias son, pues se trata de empresas personales y egocéntricas. No dejemos pasar la oportunidad de votar bien.

Es una primera mirada a lo que quedó y a la vez que sirva para que no sigamos siendo utilizados en lo que se viene. Tenemos necesidades comunes, ya han pasado muchos por esos honorables cargos y Boyacá se merece mejor suerte.

Y los que aspirarán a reemplazar a los que en su momento acompañaron, deben de una vez hablar de frente y sin tapujos, porque sus alianzas o coaliciones -coloridas- han sido inferiores a lo que promeseros hoy quieren que se repita, para seguir en sus cómodas sillas burocráticas, y el resto que esperemos. Es de frente y sin juegos de palabras. Y ya veremos a los jóvenes haciéndose valer con sus propuestas, fuerzas y arengas…

Hay muchos temas que no pueden seguir siendo de “propiedad de…” y es que ya hasta un bien patrimonial o histórico tiene que pasar por los escritorios de camaleónicos desaforados por no dejar sus feudos.

Siendo sagrados los recursos públicos corresponde a Veedores, de verdad, hacer su tarea y no es que contratistas o funcionarios dejen de expresar sus gustos o hasta utilizar sus contratos o “hilos” para organizar reuniones a sus candidatos, a costas de esos filamentos, tomarse fotos, activismo, sino que sean cuidadosos, pulcros, éticos, serios, escrupulosos.

Serán días para que hagamos bien las cosas y no lamentarnos en silencio o en medios de comunicación, o lo peor, a través de las redes sociales, como hasta ahora ocurre. YA.